Los estudiantes apuran las últimas horas de vacaciones. Sólo queda un fin de semana aunque eso sí un poco más largo de lo previsto por la festividad de la Diada del Onze de Setembre. Más de 36 mil alumnos estrenarán el próximo martes un nuevo curso escolar, de los cuales unos 22 mil (un 60, 7 por ciento) lo hará en la red pública y 14.220 (un 39,3) en la concertada.
Los datos son provisionales porque en septiembre hay que sumar las matrículas de repetidores y recién llegados. Habitualmente para tener una radiografía más ajustada de las aulas hay que esperar a octubre, cuando se presenta el informe en el seno del Consell Escolar Municipal de Terrassa.
De los 36. 225 alumnos, el grueso más importante (31.486) se concentra en la etapa que se asume como obligatoria y que va desde párvulos de 3 años (P3) hasta los 16 años (4º de ESO). De este número habrá un total de 2.149 alumnos de P3 que se incorporarán al sistema y que el primer día serán, sin duda, los protagonistas de la jornada.
Reapertura de líneas de P3
El número de niños que entran a infantil sigue a la baja pero no se ha cerrado ninguna línea. Al contrario, las escuelas Marquès Casals y Pere Viver han recuperado un grupo de párvulos de 3 años que se suprimió el curso pasado, antes de la preinscipción previendo que no habría demanda. Las otras escuelas que se vieron afectadas por igual, El Vallès, Font de l’Alba y La Nova Electra y President Salvans y la concertada Cultura Pràctica, continúan con la oferta de 2016-17.
La caída de la matrícula por baja natalidad y menos inmigración ya está repercutiendo de forma notable en todo el ciclo de infantil. Este curso habrá 6.771 de párvulos, que son 299 menos que el curso anterior. Es una pérdida notable pero no singular porque el fenómeno afecta a toda Catalunya. Las administraciones tienen muy presente el nuevo escenario porque a corto plazo va a repercutir en la primaria.
Por ahora, no obstante, hay otras prioridades que es dar respuesta a la elevada demanda de secundaria fruto del "boom" que vivió infantil una década atrás. Este curso entran en 1º de ESO un total de 2.439 alumnos, son 58 más que en el anterior por lo que Ensenyament ha tenido que ampliar plazas. Ha optado por abrir aulas adicionales (cursos finalistas que no se consolidan) en los institutos Les Aimerigues, Montserrat Roig y Torre del Palau, y también otro en el concertado Karmel. En el Montserrat Roig ha reconvertido espacios para adecuar tres aulas y en el Torre del Palau ha instalado un barracón en el patio. La matrícula de entrada a la secundaria obligatoria no ha llenado las 120 vacantes ofertadas a última hora en la preinscricpión. Serveis Territorials argumenta que la oferta y la demanda no es igual en todas las zonas y que en el computo quedan plazas vacías. En algunos centros, además, los de alta complejidad, hay ratios inferiores a los 30 estudiantes por curso y aula mientras que en otros, en los convencionales, se puede llegar a los 30. También hay que dejar vacantes para atender las nuevas peticiones que llegan durante el curso.
Incógnitas
En la ESO habrá un total de 9.445 alumnos, unos 618 más que el año anterior. Este crecimiento viene dado por el aumento de grupos de primero, por repetidores y recién llegados. Se trata de un incremento importante que se prevé que vaya en ascenso y que los nuevos institutos en construcción Can Roca y Les Aimerigues) no darán la cobertura suficiente. Es por este motivo que la directora de Serveis Territorials d’Ensenyament, Carme Vigués, manifestó en la presentación del curso que están estudiando diversas opciones aunque no adelantó cuáles.
Desde la comunidad educativa y el Ayuntamiento ya se han avanzado. La concejal de Educación, Rosa Maria Ribera, considera que una de las soluciones factibles pasa por la creación de centros públicos 3-18, los institutos-escuela. Ha concretado que deberían ser tres y los ha situado en la zona norte de la ciudad. Las escuelas Pere Viver y Marquès Casals aparecen como dos de los equipamientos candidatos a esta reconversión. Vigués rehuyó valorar la alternativa municipal.