El Servei Català de la Salut hizo ayer balance de la campaña de donaciones de sangre de este verano en Catalunya, donde los terrassenses han dado muestra de su solidaridad y compromiso. La respuesta de la ciudadanía a los atentados disparó las donaciones durante la semana del 17 al 23 de agosto y ha marcado un récord de donaciones de sangre este verano en la ciudad.
1.631 personas han dado sangre y 166 plasma desde el 1 de julio en Terrassa, durante el primer mes en el marco de la iniciativa de Condis que obsequia a cada donante con un melón, y en agosto en el marco de la campaña global #amicspersempre.
El dato supone un récord de donaciones y se explica por la respuesta de la ciudadanía a los atentados perpetrados en Barcelona y Cambrils el pasado 17 de agosto, que multiplicaron las donaciones ese mismo día y los posteriores a los ataques yijadistas.
En Terrassa, 410 personas se movilizaron durante la semana siguiente a los atentados y acudieron al Banc de Sang de MútuaTerrassa para colaborar personalmente en la respuesta a la tragedia. La cifra supone un incremento espectacular respecto a las donaciones habituales en esa época del año y que rondan las 150 semanales. Concretamente en 2016, 151 personas acudieron al Banc de Sang. Un año después. con motivo de los atentados, 259 ciudadanos más se desplazaron a la plaza del Doctor Robert para donar sangre.
El mismo día de los atentados en las Ramblas de Barcelona y en Cambrils, 33 personas acudieron de inmediato al Banc de Sang de Terrassa al conocer el alcance de la tragedia. En poco más de dos horas ya se superaron las donaciones del año anterior (31). La jornada culminó con un total de 44 aportacines de sangre.
El día siguiente a los atentados se multiplicaron las donaciones en toda Catalunya y también en Terrassa, donde el viernes 18 de agosto 149 personas acudieron a donar sangre, multiplicando por cinco la cifra de donaciones habituales. Muchos de los egarenses que no pudieron ir al Banc de Sang el jueves y aprovecharon para hacerlo el viernes, conmocionados todos por la dimensión del drama y la tensión que siguió a los atentados.
En los días siguientes la afluencia fue menor, pero la reacción de los donantes siguió duplicando las cifras habituales en un mes de agosto.
Una ola de solidaridad
"David Elvira, director del Servei Català de la Salut, recordaba ayer que "un atentado pone lo peor del ser humano, pero también hemos visto en Barcelona y en Catalunya lo mejor de nuestra ciudadanía: una ola de solidaridad en la donación, especialmente la semana de los atentados".
En Catalunya, cerca de 30 mil personas han dado sangre durante este verano, un 14% más que el año pasado. Concretamente durante la semana de los atentados se movilizaron 8.500 personas en todo el país dispuestas a donar sangre en los hospitales, las unidades móviles y los bancos de sangre, el doble de lo habitual en esta época.
El incremento de donaciones se notó especialmente en los hospitales que reservan un espacio diario a la donación, como MútuaTerrassa. En Barcelona ocurrió especialmente en Sant Pau, Clínic y Vall d’Hebron, donde se registraron colas de donantes y se alargaron horarios para poder acoger a todas las personas dispuestas a donar sangre. El Hospital de Sant Pau cerró a las 4 de la madrugada atendiendo a los donantes y el Clínic abrió excepcionalmente en domingo.
La solidaridad tras los atentados fue multicultural en los centros de donación de sangre. Durante el día del atentado y los posteriores donaron personas nacidas en 71 países distintos. Los donantes extranjeros fueron 577, tres veces más de lo habitual, y la nacionalidad mayoritaria fue la marroquí, seguida de la argentina y la italiana. Los bancos de sangre de otras comunidades autónomas como Madrid, Galicia o Baleares también pusieron sus reservas a disposición.