Uno de cada diez infractores de la actual ordenanza Bases de Convivencia Democrática (antaño llamada normativa de civismo) decide conmutar la sanción por horas de compromiso social en beneficio de la comunidad, una posibilidad que ofrece la norma en caso de infracciones leves o graves (las muy graves quedan excluidas).
Ésta es una de las novedades de la ordenanza que se aprobó en 2014, que destacó por poner el acento en la pedagogía y la mediación y no tanto en las multas económicas. A lo largo de 2016 y durante el primer semestre de este año, el Ayuntamiento ha abierto 840 expedientes sancionadores por vulnerar la ordenanza de civismo. En total, 97 personas (83 en 2016 y 14 esta primera mitad del año) han solicitado conmutar la sanción por trabajos sociales. Finalmente, se han aceptado 96 de estas solicitudes, lo que representa el 11,4% de los infractores. Se descartó un solicitante tras detectarse que no era apto para hacer este tipo de trabajos y tuvo que pagar la multa.
De momento, de estas 96 personas, apenas 31 han sido efectivamente derivadas a Creu Roja (entidad que se encarga de asignar los trabajos). En este momento, doce personas ya han cumplido, efectivamente, con las tareas asignadas. Entre todos han hecho 143,4 horas de compromiso social. Las horas dedicadas varían en función de la infracción cometida, al igual que sucede con las multas. Es Creu Roja la entidad que determina qué tipo de tareas hace cada persona, en función de su perfil y de la infracción en cuestión. Los trabajos encomendados tiene que ver con gestiones administrativas; realización de lotes para la campaña de juguetes; participación en las actividades de Creu Roja en la Fira Modernista; realización de talleres en la Fira de la Gent Gran; llamadas de seguimiento y catalogación de material en el proyecto Demenuts; talleres de memoria y de escritura con gente mayor; colaboración en el acto del Día de la Salut y apoyo al proyecto de formación lingüística para personas extranjeras.
Rechazo
De las 31 personas derivadas a Creu Roja, dos han sido rechazadas por la entidad tras hacer una primera valoración porque se ha creído que en estos casos lo mejor era hacer una mediación, en lugar de horas de compromiso social. Hay otras seis personas que tras ver aceptada su solicitud de realizar trabajos sociales, no han contactado con Creu Roja. Y por último, otros once casos están pendientes de iniciar las tareas asignadas por la ONG.
Si 31 de las 96 solicitudes de horas sociales aceptadas han sido ya derivadas a Creu Roja, los casos de otras 66 (de infracciones cometidas entre 2016 y 2017) están en trámite en el Ayuntamiento, pendientes de derivación.
La nueva ordenanza de civismo no solo permite sustituir la multa por trabajos en beneficio de la comunidad, sino que también contempla la reducción de la sanción en determinados casos. 52 personas han solicitado la reducción del 40% de la multa, que pueda pedirse cuando, ya abierto el expediente sancionador, la notificación llega al infractor. Si se paga antes del plazo legal, al igual que sucede, por ejemplo, con las multas de tráfico, es posible pagar un 40% menos.
Otra persona se ha beneficiado de la opción de ver reducida la multa en un 75%, que se da cuando en el momento de la denuncia, se admite la culpa y se paga sin que llegue a abrirse expediente.