El Ayuntamiento de Terrassa anunció el año pasado su intención de dar cumplimiento a la Ley de Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas 39/2015, que elimina la obligatoriedad de los municipios grandes de tener mercados públicos. La concejalía de comercio dejó claro a los mercados locales su intención de retirarse progresivamente de la gestión, un proceso que en el Mercat de la independència avanza con paso firme.
La gestión del día a día recae prácticamente al completo en la figura del dinamizador del mercado, informan desde el equipamiento. El Ayuntamiento mantiene la figura del director del Mercat, que de momento es quien adopta las decisiones finales y especialmente las económicas, pero su presencia en el día a día del mercado es cada vez más anecdótica.
"Nosotros estamos dispuestos a gestionar directamente el equipamiento", comenta Joan Font. Los paradistas ya asumieron temporalmente la logística del recinto comercial a finales de 2016, un rodaje que les permite ahora tomar las riendas de la gestión con solvencia.
La retirada definitiva del Ayuntamiento de la gestión del mercado comportará un cambio en la gestión de los espacios, aunque no en la titularidad del edificio ,que continuará siendo municipal. La administración, que pasará a ser el casero del edificio, dejará de cobrar tasas a los comerciantes, que pasarán a pagar un alquiler .