Sufrir vértigos resulta un problema que, en general, tienen más las mujeres que los hombres. Ocurre, por ejemplo, cuando la causa del vértigo es la llamada enfermedad de Ménière. Ésta se produce cuando en las cavidades del oído interno existe un exceso de un líquido conocido como endolinfa.
El doctor Juan Royo, de Gaes, explica que "de los pacientes que sufren esta enfermedad, un 65 por ciento son mujeres". En este sentido, el especialista concreta que "la edad de comienzo suele situarse entre los 30 y los 50 años, y que resulta infrecuente encontrar casos por debajo de los 20 años y por encima de los 70."
Posición
También más frecuente entre las mujeres es una alteración denominada vértigo paroxístico benigno. Este problema se da cuando el vértigo surge ante un cambio de posición. Aunque, en este caso, dicho vértigo no suele durar mucho tiempo y desaparece, o de una forma espontánea, o bien gracias a un cambio de postura.
La mayoría de los expertos coinciden, según Gaes, en que este tipo de vértigo desencadenado por un cambio de posición es el más común de todos. Se produce, en especial, entre las personas mayores de 60 años. "En esta franja se sitúa una mayor incidencia del vértigo paroxístico benigno, que además es más frecuente entre las mujeres", detalla el doctor Royo. En este caso, el diagnóstico de la enfermedad se fundamenta "en una historia clínica típica y en la aparición del vértigo al realizar maniobras que lo provoquen", añade.
Súbito e intenso
El vértigo que sí que incide por igual en hombres y en mujeres es aquel en el que, de repente, todo da vueltas y el afectado permanece casi inmóvil. Es una crisis intensa que se da porque hay un "fallo" súbito y por completo de las funciones que debe cumplir el laberinto posterior del oído. Quienes más lo sufren tienen entre 40 y 50 años.