Terrassa

Terrassa acogerá una compañía de ballet de ámbito internacional

La Fundació Ballet de Catalunya trabaja con el objetivo de la creación de una compañía y academia de ballet de Catalunya, cuya sede estará en Terrassa. Este proyecto, de carácter privado, parte de la empresa Ibstage, y el primer paso ha sido disponer de un local en la ciudad, el conocido como Vapor Albiñana, situado en la calle Cervantes, pero cuya gran extensión hace que también ocupe espacio en las calles Sant Gaietà, Mare de Déu dels Àngels y Sant Valentí. La financiación, además de a través de los contactos con las diferentes administraciones, se canalizan con la búsqueda de patrocinio y aportaciones particulares.

La Fundació Ballet de Catalunya, cuya cúpula está integrada por Leo Sorribes, director general, Elías García, director artístico, y la egarense Marina Quera, que ejerce como tesorera, ha mantenido conversaciones con el Ayuntamiento de Terrassa para hallar alguna fórmula de colaboración. Se busca apoyo en cuanto a vías de financiación, servicios y difusión y, además, intervenir en el proyecto, aunque no en la toma de decisiones. El consistorio egarense, preguntado sobre el caso, ha manifestado que conoce este proyecto en fase inicial, pero se trata de una iniciativa privada y, de entrada, se prefiere no valorar esta cuestión.

Buena predisposición
En cualquier caso, las conversaciones entre ambas partes han existido y, desde la fundación,se ha percibido una buena predisposición por parte de la administración local. No se trata de, únicamente, un tema económico, sino también de impulso y, en la fundación, son conscientes de que esta iniciativa estará más reforzada con la anuencia del Ayuntamiento egarense.

También se han entablado conversaciones con la Generalitat de Catalunya, con reuniones con el que era hasta hace poco conseller de Cultura, Santi Vila, que siempre, según la fundación, se mostró afín a este propósito. A pesar del reciente cambio de conseller, los contactos se han mantenido, con Xavier Díaz a la cabeza por parte de la administración catalana, y se trabaja para una entente que posibilite financiación para las producciones de la compañía.

En este sentido, las vías para obtener fondos ya se está extendiendo y la Fundació Ballet de Catalunya dispone de aportaciones por parte de particulares y patrocinadores. Además, tienen como aliada a la plataforma Irauna, que vela por hallar contribuciones al proyecto, a través del micro menenazgo. Remodelar y adequar las instalaciones del Vapor Albiñana a las necesidades óptimas para disponer de un centro en condiciones, se presenta como el primer reto.

La inversión inicial supondrá, aproximadamente, un montante de unos 380.000 euros. Sobre el presupuesto anual que pueda tener esta compañía, de momento “es complicado de determinar y ahora depende de muchas cosas”, explica Quera. En un principio, se ha marcado el mes de noviembre como punto de arranque y la presentación de este proyecto.

El embrión de esta posibilidad, explica Quera, parte del interés mostrado por el Centre Cultural por un proyecto de estas características y en contar con una compañía de ballet. “Esto fue la semilla y tenemos la capacidad y la proyección internacional suficiente como para crear una compañía de ballet catalana y que dé una imagen representativa”, asegura la tesorera de la fundación.

Proyección internacional
Una de las finalidades principales es dotar a este proyecto de internacionalidad. “Queremos acoger a alumnos de aquí, pero también de otros países porque hay mercado suficiente y la intención es que Catalunya disponga de un centro importante en este apartado”, comenta Quera. Por este motivo, la aportación por parte de las administraciones, es importante a nivel de la economía, pero asimismo por las infraestructuras que pueden ejercer como satélites, para un mayor confort del futuro alumnado.

“Esta colaboración es necesaria de cara a los servicios que podemos ofrecer a los alumnos y a las alumnas, además de una formación puramente artística”, afirmala tesorera. Así, si hay gente de fuera, necesitará algún tipo de alojamiento y el papel del consistorio puede ser capital en este orden de prioridades.

Independientemente de las ayudas o colaboraciones que puedan aportar las administraciones, en la Fundació Ballet de Catalunya son conscientes de que el esfuerzo para recaudar fondos no será tarea fácil. El proyecto es muy atractivo y la idea de contar con una compañía de primer nivel, que proyecte el nombre de Catalunya y, también, de Terrassa, y que forme a futuras estrellas, es muy motivador.

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