La Escola Superior d’Enginyeries Industrial, Aeroespacial i Audiovisual (Eseiaat) de la Universitat Politècnica de Catalunya es desde ayer y hasta mañana en el campo de construcción y ensayo del International Rocketry Workshop. Se trata de un concurso universitario de construcción de cohetes que se celebra por primera vez en el Estado español y cuya competición tendrá lugar el sábado, en Alcolea de Cinca, en la provincia de Huesca. El jurado valorará la capacidad y calidad del vuelo y el aterrizaje, y premiará al mejor equipo con un cohete en miniatura y un libro de misiones espaciales.
El certamen está organizado por la asociación europea de estudiantes de ingeniería aeronáutica Euroavia en Terrassa y cuenta con cuatro equipos participantes, un total de 16 alumnos llegados de Alemania, Italia, Portugal, Rumania, Egipto y también del Estado español. Xavier Tió, estudiante de Ingeniería Aeroespacial de la Eseiaat y miembro de Euroavia, explicó que el concurso reta a lanzar un cohete que sea capaz de alcanzar los cuatrocientos metros de altura. La nave presenta como singularidad que debe transportar un pasajero muy delicado y frágil, un huevo, que además debe llegar a tierra en buenas condiciones.
Otra particularidad del certamen es que los equipos participantes deben fabricar su cohete en 36 horas. Para ello, Euroavia ha adecuado una sala en la Eseiaat y ha dispuesto todo el material necesario. Un material que comprende tubos de cartón para el fusilaje, ojivas de plástico para la parte delantera de la nave, madera de balsa para las alas y un pequeño motor de combustible sólido de alta potencia tipo G. Además, los futuros aeronáuticos podrán crear piezas nuevas, diseñadas durante el tiempo que tiene, que podrán imprimir en 3D en el laboratorio Flalab de la Eseiaat.
Primera edición
Esta es la primera vez que se organiza un concurso universitario de este tipo en el Estado español. Xavier Tió, de Euroavia, explicó que la esta asociación internacional promueve certámenes pero que el ideado desde Terrassa presentaba aspectos diferentes en cuanto a su concepción y requerimientos. "Nosotros hemos querido que sea un concurso con la implicación del sector empresarial. Es por este motivo que cada equipo cuenta con patrocinadores -el más importante es Hewlett Packard- que sufragan los gastos".
Para Tió, esta colaboración es buena en tanto que incentiva al alumnado a poner los cincos sentidos en la construcción aeroespacial. "El objetivo es que cada equipo se tome este reto como si fuera un proyecto empresarial y que disfrute aplicando los conocimientos que ha aprendido en clase. Es una oportunidad para probar cómo te defiendes en el mundo real".