Terrassa

Una ciudad que no se concibe sin su magnitud deportiva

No es posible escarbar, o intentarlo, en la historia de edificios, entidades o hechos de Terrassa sin pasar, aunque sea de puntillas, por su alta capacidad de producir deportistas o atletas. Sin duda, el apelativo de la ciudad más olímpica de España, se debe en gran parte al numeroso catálogo de clubs que ha habido, hay y, seguramente habrá, en la ciudad, de los que han emanado muchas estrellas a todos los niveles de competición. Unos con instrumentos más modestos y otros de mayor proyección, pero todos con una única meta, fomentar y auspiciar el deporte.

La Penya Nicky’s, por ejemplo, ha sido una entidad deportiva de largo recorrido. Creada sobre la mitad de los años cuarenta en un taller de venda y reparación de bicicletas, llamado Cal Mazas, al principio se conocía a sus integrantes como la Peña del Macuto, por el tipo de zurrón que llevaban en sus excursiones. Entonces, la pieza de ropa que ahora se denomina como polo, se llamaba nicky y, como los ciclistas de este club lucían uno para practicar este deporte, se acabó llamando al equipo, Penya Nicky’s.

Otra entidad, que todavía permanece, son los Kubalas, un club creado por Pere Serra, que organizaba partidos de fútbol entre los jóvenes de las cercanías, en el campo situado delante de su casa, llamado el Sot de la piscina, en el barrio de Ca n’Aurell. Obviamente, el nombre se debía a la fama y estrellato del futbolista más significante de la época en las filas del FC Barcelona, el húngaro Ladislao Kubala.

No fue el único equipo que se formó al cobijo de Serra, como explica Joan Romeu, primo segundo de la familia de Serra, y jugador de los Kubalas durante varios años. "También hubo otros equipos, como el Olímpic. Después del campo del Sot, jugamos en el campo del Burot, al lado de la curva de la carretera de Martorell y, al final, lo hacíamos en el de la Ramble del Pare Alegre", narra Romeu.

El primer partido, el que servía de inauguración, curiosamente y en plena Dictadura, se celebró un 14 de abril de 1953, día en que, algunos años antes, se había proclamado la II República. Se enfrentaron Kubalas y Olímpic.

Lo que es hoy el Sferic, fue en sus inicios el Sagrafa Familia de Terrassa. Fundado el año 1932, la sección de básquet fue la principal en sus inicios. En el año 1950, comenzó su andadura la sección de hockey sobre patines. Su nombre actual es el acrónimo del lugar donde se estableció, el de Sagrada Familia Esportiva Recreativa i Cultural.

Pabellón inaugurado
El 19 de julio de 1966, recién cumplidos los treinta años de la rebelión militar que abocó a la Guerra Civil española, se inauguró el pabellón del Sferic, en la calle Fadaray, con la celebración de la fase final de la entonces titulada Copa del Generalísimo de básquet, que reunió a los mejores equipos del panorama de este deporte, Joventut, Real Madrid, FC Barcelona y Estudiantes.

La gran final enfrentó a Joventut y Real Madrid. El partido, que a la media parte era favorable a los badaloneses (26-35), se decidió para los blancos por un solo punto, 62 a 61. El Real Madrid saltó a la pista con Sevillano, Clifford Luyk, Emiliano, Lolo Sáinz y Moncho Monsalve, que fue el máximo anotador de la final, con 19 puntos, mientras que el cinco inicial del Joventut lo formaron Lluís, Rojas, Nino Buscató, Joan Fa y Enric Margall.

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