El primer acto de la plataforma ciudadana ANA reunió el martes a casi un centenar de personas en el patio de la Societat Coral Els Amics, donde el dabate sobre el futuro de la ciudad tuvo como ponentes al filólogo Jaume Aulet, la ex síndica Isabel Marquès, el geógrafo Santi Martínez y el ex concejal Jordi Labòria.
Buena parte de las ponencias giraron en torno a los retos que afronta la ciudad. Marquès enumeró algunos de los déficits sociales que detectó durante su mandato y propuso la creación de una ventanilla única que atienda las reclamaciones ciudadanas, La letrada invitó a los municipios a cumplir la Carta Europea de Salvaguarda de los Derechos Humanos como garantía de una mejor sociedad y una mejor convivencia.
Más población, menos renta
Por su parte, Santi Martínez analizó el crecimiento demográfico que ha experimentado la ciudad en los últimos años. El ponente recordó que, mientras la población aumenta, la ciudad ha perdido el 25% de la capacidad para ofrecer empleo y la renta familiar se ha desplomado.
En el ámbito más administrativo, Jordi Labòria repasó los primeros años de los ayuntamientos democráticos, recordó que el último PGO "se elaboró bajo la influencia de los constructores" y criticó el modelo de organización municipal, muy estanco desde el año 2000, dijo.
La mirada al pasado llegó de la mano del filólogo Jaume Aulet. el profesor se refirió al pasado noucentista de la Nova Atenes y explicó como aquella generación impulso un discurso y un lenguaje del que surgieron las ideas que configuraron el optimismo sobre el futuro de la ciudad de Terrassa.
Durante el turno abierto de palabras el público, entre el que habían concejales, miembros de entidades sociales y culturales, reflexionó sobre la integración de los recién llegados, la falta de respeto a los derechos humanos, el reto del relevo al frente de las entidades culturales y las carencias de la organización municipal.