El proceso del agua dio ayer un paso determinante de la mano de la comisión político- técnica encargada de definir el futuro modelo de gestión del agua en la ciudad, una vez finalizada la concesión privada a Mina. El grupo puso fin ayer a tres meses de trabajo con la presentación de una memoria justificativa en la que concluye que la forma más eficiente y sostenible es la gestión pública a través de una Entidad Pública Empresarial (EPEL).
Durante los últimos meses la comisión ha analizado la eficiencia y la sostenibilidad de cinco modelos distintos de gestión: tres públicos (mediante una EPEL, por gestión directa del Ayuntamiento, y a través de una sociedad anónima municipal); y dos indirectos (por concesión privada, como hasta ahora, o mediante una sociedad mixta).
La memoria incluye una modelización a 25 años que ha permitido evaluar la eficacia de cada modelo en un largo periodo de tiempo y también cómo podría afectar al Ayuntamiento. En el estudio, los tres modelos de gestión pública obtienen mejor puntuación y entre ellos, la fórmula de la Entidad Pública Empresarial es la mejor valorada.
La EPEL es una empresa pública con competencias administrativas y con una contabilidad sujeta al derecho mercantil. La nueva sociedad pública tendrá ingresos propios -será la encargada de cobrar la nueva tasa del agua que sustituirá la tarifa actual-y no estará sujeta a la Ley de Estabilidad Presupuestaria. De esta manera, no estará sometida a las limitaciones que ésta norma impone a los ayuntamientos.
El primer teniente de alcalde y concejal del Agua, Alfredo Vega, defendió ayer la decisión de la comisión del agua. “El Ayuntamiento debe optar por gestionar los servicios públicos de la forma que resulte más eficiente y sostenible”, dijo. La memoria aprobada ayer “demuestra que resulta más eficiente la gestión pública, y que formas jurídicas como la EPEL ofrecen menor rigidez en la gestión financiera, más transparencia y facilidad para el control del gasto, además de disfrutar de mayor agilidad a la hora de garantizar la calidad y el mantenimiento del servicio. Es, por tanto, la opción más adecuada para gestionar el servicio del agua en la ciudad”.
Modelo pionero en participación
La memoria justificativa se someterá ahora al dictamen del secretario municipal, que comprobará si cumple los requerimientos legales, y del interventor, encargado de evaluar el informe financiero de la memoria, el impacto sobre el Ayuntamiento y si la propuesta cumple la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Se espera que ambos informes estén listos a final de mes.
La memoria consta de varios documentos que definen la arquitectura de la futura empresa municipal del agua. Además del cambio de modelo de gestión, incluye una propuesta de estatutos para Aigua de Terrassa y el reglamento del servicio.
La propuesta plantea un modelo pionero en Terrassa en materia de participación popular en los órganos de decisión de las empresas públicas. En el consejo de administración de la nueva sociedad estarán presentes miembros del equipo de gobierno, de los grupos municipales, expertos y dos representantes de la ciudadanía, así como un integrante de la plantilla.
El reglamento del servicio recoge así la propuesta de la Taula de l’Aigua y la mayoría de partidos favorables a la gestión pública, de que la nueva empresa que gestione el abastecimiento dé voz y voto a la ciudadanía en la toma de decisiones importantes, como la estrategia, el precio del agua o las inversiones.
La propuesta de los nombres que ocuparán las dos plazas de representación popular en el consejo de administración la formulará el futuro observatorio del agua, el órgano autónomo de participación previsto en el reglamento de participación ciudadana. El observatorio, cuya denominación aún no está decidida, debe estar operativo el día en que Aigua de Terrassa entre en funcionamiento y asuma la gestión del servicio.
La propia comisión político-técnica del agua ha sido un ejemplo de participación. La integran 7 cargos electos, 7 técnicos, un representante de la FAVT y el presidente de la Unió de Consumidors de Catalunya (UCC). Ayer, la mayoría de los presentes apoyaron la memoria en comisión. El PP se manifestó en contra y C,s y el PDeCAT, este último socio de gobierno, optaron por abstenerse.