Ya están aquí. Por todo lo alto celebró ayer el equipo de gobierno y la empresa Tmesa la llegada de los 14 nuevos vehículos que substituirán a los autobuses más antiguos de la flota. Todos querían ser partícipes de la buena nueva. No en vano, hace un año y cinco meses que el pleno encargó su compra (en febrero de 2016) y, tras un largo periodo de licitación, la incorporación de los nuevos autobuses ha tardado mucho más de lo previsto. Para compensar esta tardanza y las incidencias que se han ido sucediendo en los últimos años -calor, averías, retrasos e incluso varios incendios en los motores-, el alcalde, Jordi Ballart, anunció que hoy viajar en los autobuses urbanos será gratis para todos los ciudadanos.
La incorporación de los nuevos 14 autobuses, más el microbús adaptado que llegó en mayo, supone la renovación del 23% de la flota de Tmesa, compuesta por 65 autobuses, de los que, dependiendo del día, están en circulación entre 52 y 54. Esta compra implica que la edad media de la flota pasa de 12,1 años a 8,5 años, un “salto realmente importante”, destacó Guillermo Ríos, gerente de la compañía.
Ballart explicó que seis de estos autobuses son híbridos (combinan motor diésel con eléctrico), lo que significa una “apuesta importante por la reducción de la contaminación, por la mejora de la calidad del aire y, en definitiva, por ofrecer un mejor servicio”. Los híbridos pueden llegar a suponer una reducción del 30% de las emisiones contaminantes y, en conjunto, los 14 vehículos (incluidos los diésel) permitirán aminorar un 11% las emisiones anuales de dióxido de carbono, es decir, 493 toneladas al año.
El líder de TeC, Xavier Matilla, deseó que esta “buena noticia” suponga que a partir de ahora el transporte público sea una “prioridad absoluta” para el bipartito.
Además de los seis híbridos, la compra incluye cuatro autobuses diésel articulados de 18 metros, que se destinarán a las líneas circulares (la 8 y la 9) para mejorar la capacidad de las mismas, y otros cuatro, también diésel, de 12 metros.
Sistema de cámaras de seguridad
Los nuevos vehículos implican mejoras a nivel de seguridad. Los seis híbridos y otros dos de 12 metros llevan instalada la tecnología “Mobileye Shield”, un sistema de alertas a través de una cámara frontal y dos laterales en la parte trasera. La frontal indica al conductor si se está aproximando a otro vehículo o elemento con el que pueda colisionar. Si reduce en exceso la distancia de seguridad, le indica incluso los segundos que le quedan para impactar. La cámara frontal y las dos laterales también avisan de la presencia cercana de peatones: salta una alerta naranja si hay un peatón en el ángulo muerto de visión del vehículo, pero sin riesgo de colisión y salta una alerta roja, acompañada de sonido, para advertir al conductor de peligro de atropello. Este sistema es especialmente útil en el caso de los vehículos híbridos, ya que cuando estén funcionando con el motor eléctrico son completamente silenciosos. Terrassa es la primera ciudad de España que incorpora este sistema en los autobuses urbanos, situándose al nivel de ciudades como Nueva York o Singapur, que ya lo utilizan.
Los nuevos autobuses incluyen cambios en el diseño y mejoras a nivel de confort, por ejemplo, la ergonomía de los asientos, y prestaciones que pueden hacer más agradable el viaje, como wifi.