Las entrañas de la Escac son todo un entramado de platós, almacenes, salas de construcción de decorados, oficinas y aulas que durante el curso escolar sirven para que los cineastas del mañana aprendan el oficio de la forma más real posible. Pero en estos momentos los alumnos de la escuela están de vacaciones, un momento propicio para convertir la Escac en sede del rodaje de la quinta y penúltima película surgida del Máster Oficial de esta escuela de cine con sede en Terrassa.
La rondeña Marta Díaz, graduada de la Escac en dirección, se encuentra rodando estos días “Mi pequeña cofradía”, su opera prima. La cineasta es también la autora del guión de esta película que protagonizan actrices y actores de largo recurrido dentro de la escena teatral, cinematográfica y/o televisiva españolas. Este reparto lo encabezan Gloria Muñoz, Pepa Aniorte, Joaquín Núñez y Manuel Morón. El equipo técnico lo integran principalmente graduados de la Escac.
La historia transcurre en el marco de la Semana Santa malagueña y es una comedia de situaciones y muy de autor, en la que las mujeres son las principales protagonistas.
Marta Díaz rueda con un presupuesto de un millón cuatrocientos mil euros después de haber conseguido atraer, con su excelentemente bien elaborado guion y con su cortometraje “Los pestiños de mamá”, la financiación de Televisió Española. A ella se ha sumado la financiación de Movistar + y de Canal Sur -que cubre la parte del rodaje que ha tenido lugar, durante cuatro semanas de junio, en Ronda.
La película cuenta la historia de Carmen, “una mujer que, después de años de dedicación a su hermandad, se ve en la tesitura de que hay elecciones próximas a hermano mayor, y cree que puede tener posibilidades. Pero no las gana, y cree que no ha podido ser porque es mujer, ya que quien las ha ganado, Ignacio, no lo merece.” Más que tratarse de dos personajes histriónicos o cómicos, es la rivalidad entre ambos la que da pie a esas situaciones cómicas que hacen de ésta una película de risas.
Marta Díaz cuenta que “siempre que escribo me siento empujada por la música, es una especie de hilo conductor. De las procesiones me gustaba la música, especialmente las marchas, tan épicas. Eso me hizo entrar en la peli, como un punto de partida.”
Otra de su motivaciones ha sido seguir con su tendencia a construir “un tipo de historias protagonizadas por mujeres, muy cotidianas.” En este caso se trata de ahondar en el papel de las mujeres en la Semana Santa, en una cinta en la que encontramos como referentes a directores como Berlanga y Almodóvar.
Se da la circunstancia de que el rodaje de su película transcurre en dos lugares que conoce muy bien. Comenzó a estudiar en la escuela cuando tenía 18 años (ahora tiene 29), y en la Escac se siente como en casa. Ha estudiado el grado, el máster, y ahora incluso da algunas clases.
Celebración
Ronda, donde transcurre el otro gran grueso de la filmación, es también su casa, aunque no viva allí desde hace diez años. Tres de las cuatro semanas de rodaje han transcurrido en la iglesia de Santa Cecilia donde el cura, Quico, “se ha volcado con nosotros. Él es párroco de otras dos iglesisas y en la puerta colocó un cartel en el que advertía: ‘por rodaje, todas las misas canceladas.’” Para ello ha contado con el permiso del obispado, no en vano se trata de una película respetuosa con la religión. “No es una parodia ni una caricatura, ni de las cofradías ni de los andaluces.” Simplemente en eso “se han enmarcado las cosas que pasan.”
Lo que sí admite Marta Díaz es que la película es de algún modo una alegato paradigmático de la escasa presencia de las mujeres en determinados ámbitos. “Hasta hace muy poco no había hermanas mayores, y aún realmente son pocas.”
Ahora, en la Escac, se están rodado imágenes de interiores con decorados realizados por gentes de la Escac, “voy de casa en casa, me siento muy arropada”, admite.
Los platós de la Escac reproducen una cocina donde uno de los personajes hace torrijas -un manjar típico de la Semana Santa-, un lavabo, un comedor, el dormitorio, el pasillo de fuera, una calle con sus balcones…
Allí se desarrolla la trama de una producción que, según la productora Aintza Serra, es compleja por el trabajo de exteriores y por un reparto “con 23 actores con texto. Todos vienen de fuera, y muchos participan en series. Ha sido muy complicado cuadrar fechas, lo que cuesta mucho con una directora novel, pero todos se han enamorado del guion.”.