El egarense Lluís Puig i Gordi fue nombrado ayer nuevo conseller de Cultura en sustitución de Santi Vila, que ha abandonado el cargo para asumir la Conselleria de Empresa i Coneixement tras el cese del también terrassense Jordi Baiget. El nombramiento de Puig lo hizo público ayer la portavoz del Govern, Neus Munté, en la rueda de prensa posterior al Consell Executiu.
Puig deja la Direcció General de Cultura Popular, Asociacionisme i Acció Cultural de la Generalitat, cargo que ha ocupado durante más de 6 años. Desde esa responsabilidad ha promovido la cultura popular catalana e impulsado el asociacionismo, con especial empeño en fomentar la etnología. Durante su gestión ha impulsado el primer Pla Nacional de Recerca Etnològica y ha sustituido por contratos plurianuales el tradicional modelo se subvenciones al movimiento asociativo.
Puig i Gordi nació en Terrassa en 1959. Antes de asumir responsabilidades institucionales, fue director artístico del Mercat de Música Viva de Vic, de la Fira Mediterrània y jefe del Área de Recursos del Centro de Promoción de la Cultura Popular i Tradicional Catalana. En 2008 recibió el Premi Nacional de Dansa.
El nuevo conseller de Cultura tiene estudios musicales, de danza, de producción audiovisual y de Humanidades por la Universitat Oberta de Catalunya.
Además, Lluís Puig acumula una larga trayectoria sardanista (Minyons d’en Serrat, Asert), es dansaire y ha dirigido diversos esbarts (Terrassa, Catalunya Dansa, Igualadí, Ciutat Comtal, Rubí). Buena parte de su activismo cultural lo ha desarrollado en la ciudad, donde es miembro del grupo folk Ministrils del Raval, fundador y gestor de varias entidades como Carnavalis, Treure Ball, Ball d’en Serrallonga y Atreu. También ha sido integrante del Grup d’Estudis sobre la Festa Major de Terrassa.
En la ciudad impulsó y dirigió el proyecto de la Casa de la Música de Terrassa y ha formado parte de las mesas sectoriales de Indústries Culturals y de Música pel Pacte Cívic per a la Cultura de Terrassa.
Puigdemont: "No ha sido fácil"
Puig i Gordi tomará hoy posesión del cargo como conseller de Cultura en sustitución de Santi Vila, que ayer asumió la cartera de Empresa i Coneixement, vacante tras la destitución fulminante de Jordi Baiget por expresar sus dudas sobre la celebración del referéndum del 1 de octubre. Vila aceptó el nuevo cargo prometiendo cumplir sus obligaciones "al servicio de Cataluña y con lealtad al presidente de la Generalitat".
Puigdemont despidió ayer a Baiget como conseller de Empresa y Conocimiento reconociendo que su cese "no ha sido una decisión fácil" y que "hoy no es un día de alegría ni de felicidad", para destacar después su "honorabilidad" y "lealtad".
El President hizo estas declaraciones durante la toma de posesión de Santi Vila. "Sé que hoy no es un día de felicidad ni de alegría. La decisión no ha sido fácil", subrayó el presidente catalán en un escueto parlamento una vez leídos los decretos de cese de Baiget como conseller de Empresa y de Santi Vila como conseller de Cultura, y el de designación de este último como nuevo responsable de la conselleria de Empresa i Coneixement.
En el acto, al que asistieron todos los miembros del Govern de la Generalitat y el propio Baiget, Puigdemont quiso también reconocer la tarea realizada por el ya ex conseller tanto en el actual ejecutivo como durante su trayectoria anterior al servicio de la administración catalana.
Así, destacó su "lealtad", "honorabilidad" y el "rigor" con el que ha desarrollado su trabajo al frente del Departament de Empresa i Coneixement, al tiempo que le expresó su agradecimiento.
Al finalizar las palabras de Puigdemont, todos los presentes aplaudieron y los miembros del Govern, con el presidente en primer lugar, dieron la mano a Baiget, que recibió el apoyo explícito de varios compañeros del ejecutivo.
De hecho, ayer se vieron numerosas caras largas entre los miembros del gobierno catalán, donde no se ha encajado bien la destitución de Jordi Baiget y la crisis exprés a la que se ha sometido al Executiu catalán.
Homs, "hasta los huevos"
El acto finalizó con una foto de familia del nuevo Govern. En el mismo estuvieron presentes una decena de cargos del departamento de Cultura, pero ningún miembro de la dirección del PDeCAT.
En el partido hay malestar por la destitución del conseller por parte del President de la Generalitat. El PDeCAT había avalado públicamente a Jordi Baiget horas antes de ser cesado.
Uno de los primeros en reaccionar y en hacerlo de manera más sonora fue el ex diputado Francesc Homs. En Twitter, ayer dijo "no compartir" la destitución de Baiget por "unas declaraciones más o menos afortunadas". Y añadió un "hay que sobran hace tiempo", frase que se interpreta como un mensaje dirigido a los miembros de ERC en el Govern.
El ex conseller Francesc Homs elevó ayer el tono de su crítica cuando afirmó que "además, políticamente decisiones así ni suman ni hacen grande el proyecto, sino todo lo contrario", para añadir: "¿Cómo es que de momento somos los del PDeCAT a los que nos condenan los de Madrid y/o nos quieren fuera algunos de Cataluña? Estoy hasta los huevos".