Terrassa

D’Callaos desplegó aroma de rock y flamenco en su casa

D’Callaos estaban D’Vuelta, y que conste que el doble apóstrofo es la marca ortográfica de la casa y no una errata o un juego pueril de lengua. La banda se llama D’Callaos y hace tiempo que adquirió el rango de institución en Terrassa y otros pagos. Y están D’Vuelta porque así han bautizado a su gira luego de un año apartados de los escenarios. Corrieron los temores entre la parroquia de que el retiro fuese retirada definitiva, pero la gira alivió a muchos seguidores con el corazón en un puño. D’Callaos recalaron en la Festa Major, D’Vuelta otra vez, y a Maribel, "La Canija", su líder, se le notaba de lejos que estaba en casa.

Y allí saltaba Maribel, que no es tan canija como dice el sobrenombre que la acompaña, más usado si cabe que su nombre propio, con sus "niños", como llamó ella misma a sus compañeros de escenario en varias ocasiones antes los cientos de aficionados que acudieron a la cita en el Parc dels Catalans el sábado a medianoche. Fueron casi dos horas de concierto, que tuvo algo de salitre y arena y mucho de aromas aflamencados y bastante de rock trianero. Y así, con una pizca de sal y de pimienta, de alimento liviano, de oloroso fresquito y de cariño ante los fogones, los D’Callaos ofrecieron platos de alegría a un público en muchas fases entregado a su propuesta sureña.

"Siempre es un placer volver a casa", soltó Maribel después de varios temas. Se le notaba que estaba aquí, cerca del Café de las Niñas que allá por el 2004, cuando "La Canija" contaba 19 años, vio nacer esta aventura musical que bebe de la mixtura del rock, la rumba y la cadencia flamenca que atraviesa todo su repertorio. "Ahora estamos más viejos y más gordos y todo se cae, pero la alegría no falta", dijo Maribel al público. ""Arriba la alegría, que la vida son dos días", gritó "La Canija" a sus fans y a los que se acercaron al Parc dels Catalans a ver qué se cocía por allí.

Selección
Y lo que se había cocido era eso, una apelación continuada al goce de vivir, pero también canciones a los desengaños amorosos y a "los que ya no están", una selección de piezas de los discos de D’Callaos que más agradan a sus seguidores. Un muestrario de luz y enamoramientos, algo como de llamada al aperitivo y el encuentro en el Sur, porque "somos del Sur", dejó sentado, y ya se sabe que aquí en el Sur "cada noche hay luna llena".

Tocaron "Palomas" y un homenaje a Lole y Manuel, "nuestros maestros", que D’Callaos ha recuperado para su gira de retorno, y desgranaron el dulce desasogiego de "Besos de cristal", aquella que dice que "no bebo pa’ olvidar, bebo pa’ sentir que sigo vivo".

Muy vivos están D’Callaos, "La Canija", Dani Felices, Carlos Felices, Sergio Martín y Víctor Martínez. Muy vivos se sienten en familia. "¡Venga mi Terrassa!", se desgañitaba Maribel, deshecha en elogios a su tierra. Ahora vive en Mallorca. "Allí tenéis todos casa", dijo.

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