El pasado mes de junio tuvo lugar una primera visita piloto que da una nueva vuelta de tuerca a la política de puertas abiertas y de acercamiento a la ciudadanía del Parc Audiovisual. Se trata de las rutas turísticas que desde hace una par de meses comercializa la empresa Go BCN, y que de momento se están saldando con una respuesta muy positiva por parte del público. Tras la primera experiencia, el pasado 11 de junio, el próximo 2 de julio se desarrollarán dos sesiones de nuevas visitas para las que ya están las plazas agotadas. También están cubiertas las plazas previstas para los próximos 8 (con dos sesiones) y 9 de julio. Para la sesión siguiente, el 30 de julio, apenas quedan entradas, y tras el paréntesis vacacional, las sesiones se retomarán los días 3 y 10 de septiembre, con cuatro nuevas sesiones.
La ruta por el Parc Audiovisual se presenta como “un viaje a través de la historia, el cine y la leyenda negra”, dura dos horas y admite la presencia de treinta personas, mayores de 18 años. El idioma en el que se realiza la visita es el castellano, e incluye un paseo por algunos de los espacios más emblemáticos (como la capilla, la emisora de radio o alguno de los platós) siempre que el acceso no esté restringido por algún rodaje.
Los responsables de la ruta se dirigen especialmente a un público cinéfilo, que quiera conocer al mismo tiempo tres de las que han sido las facetas de este enorme edificio: su función como Hospital del Tòrax entre los años 1952 y 1997 (aunque su funcionamiento en los últimos diez años fue muy residual), la leyenda negra que ha asociado al parque a fenómenos paranormales y una última etapa de reconversión en uno de los motores del audiovisual en Catalunya y de cambio de imagen.
La ruta promete mostrar “todos los secretos escondidos entre estas paredes”, y por lo visto lo consigue, a juzgar por los comentarios de los primeros visitantes, algunos de los cuales hablan de “una visita increíble, divertida, enriquecedora y, sobre todo, fascinante.”
Además de su intenso periplo, se utiliza el reclamo de que en el complejo se han rodado películas tales como “Un monstruo viene a verme”, de J.A. Bayona, “REC 2 y 4”, de Jaume Balagueró, o “El Maquinista”, de Brad Anderson.
El discurso del guía también incluye “anécdotas curiosas de los rodajes”, y la ruta incorpora la posibilidad de “hacerte fotos en los decorados”, además del acceso “en exclusiva” a los platós.
Para publicitar su propuesta, la empresa ha realizado un vídeo de unos seis minutos de duración que presenta al Hospital del Tòrax como “un antiguo hospital ubicado al norte de la ciudad de Terrassa, que albergó a pacientes con enfermedades respiratorias desde 1952 al 1997. La historia de este terrorífico lugar está llena de dolor, sufrimiento, muerte y suicidios, que han desencadenado una serie de fenómenos paranormales muy inquietantes.” El texto parece todo un reclamo para los más aficionados a los fenómenos paranormales, pero una vez se reproduce el vídeo estos hechos no se nombran más que de pasada.
En esa grabación, la periodista Míriam del Río ofrece una explicación acerca de “uno de esos lugares que durante un tiempo estuvieron abandonados y relegados al olvido, pero que hoy se ha convetido en uno de los motores del audiovisual en Catalunya.” El vídeo, incluye datos útiles para la visita y se aproxima a la historia de un antiguo hospital para enfermedades respiratorias situado a tres quilómetros de Terrassa, en unos terrenos ideales para el tratamiento de enfermedades infecciosas. Era una zona sin nieblas, con cuatro grados de diferencia respecto a Barcelona, en una zona con pinos y agua, resguardada de los vientos.
Inauguración
El ayuntamiento compró los terrenos y los legó al Patronato Nacional Antitubercusoloso. El dictador Francisco Franco inauguró en 1952 este recinto construido para aislar a los enfermos, que contó con 1.600 camas y que se pensó para albergar a todos enfermos de tuberculosis en Catalunya. El edificio, de cuarenta metros de altura, y con forma de avión, consta de un edificio central y de dos salas con ocho pisos cada una. Se trata de una obra sólida y maciza, de 66 mil metros cuadrados, con jardines, terrazas, una capilla capaz de albergar a mil personas, emisora de radio y una sala de cine en el sótano.
Tras su cierre definitivo en 1997, un acuerdo entre la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Terrassa permitió inaugurar en 2004 un complejo de producción audiovisual en el que se han rodado importantes películas, especialemente de terror y suspense, que alberga cuatro platós, el archivo de la Filmoteca de la Generalitat de Catalunya y locales para empresas del audiovisual. A partir de septiempre se acogerá el programa televisivo “Operación Triunfo.”.