Fue breve, pero violenta como pocas en los últimos años. Una tormenta de apenas diez minutos en su fase más virulenta causó estragos ayer en Terrassa y su comarca.
Antes, coincidiendo con rachas de fuerte viento, hubo varias intervenciones de Bombers. A las 10.30 de la mañana una unidad retiró una persiana a punto de desplomarse en la calle de Antoninus Pius. A mediodía fue necesario asegurar una carpa que había volado, y acabó sujeta de forma precaria en una chimenea, en la calle de Marinel·lo Bosch. A las 2.30 de la tarde se supo de un toldo desprendido en la calle de Ramón y Cajal, y en la de Libra un árbol cayó y dañó un coche. En Xúquer se descolgó una rama y en la calle de Igualada un árbol corría peligro de tumbarse.
Las nubes se amontonaron y a las 7.23 de la tarde se desencadenó una tormenta con trazas de ciclón, con agua y viento. En la calle de Vinyals cayó un enorme sombrero de chimenea.
El vendaval derribó árboles en varias calles. En la de Volta, por ejemplo. Y destrozó barracas ya preparadas en la Rambla d’Ègara para la Festa Major.