Cada dos por tres, un tramo de cloaca revienta en la calle del Doctor Salvà, en Ca n’Aurell. Revienta, y las aguas residuales emergen hacia el exterior a través de la acera. Y un arroyo oscuro y fétido corre por la calle del Doctor Salvà, casi en la esquina con la de Galvani.
Vecinos de la zona avisaron del problema de salubridad al Ayuntamiento a finales del 2016, según los denunciantes. Un agente local fue comisionado al sector a ver qué pasaba. Lo que pasaba era (y es) que las aguas residuales brotan de la acera en una parte de la calle con baldosas levantadas, allí donde hay instalado un bolardo de los que impiden el estacionamiento de vehículos. Si se agita un tanto esa barra metálica, esa "pilona", se observa el charco de líquido negro que trae de cabeza al vecindario. Al parecer, los residuos afloran cuando se produce una acumulación de vertidos de las casas al mismo tiempo.
Gusanos y mosquitos
El arroyo hediondo fluye lentamente durante horas, anega unos cuantos metros de la zona y luego se seca. Y a las pocas horas, o a los pocos días, vuelta a empezar.
Los vecinos se quejan también de los gusanos y los mosquitos que se crían en el agua encharcada en el agujero. Hace un par de semanas, los denunciantes contactaron con Urbanismo y ese departamento anunció la incoación de un expediente.
El Ayuntamiento afirma que la resolución del problema le corresponde a los propietarios de una vivienda. El 14 de junio un técnico municipal inspeccionó el tramo afectado a petición de un vecino. Todo apuntaba, según el dictamen del empleado municipal, a que la avería estaba localizada en la conexión de la acometida de una casa con el colector general.
Por tanto, según indica el Consistorio, la reparación es responsabilidad del dueño del edificio. El 19 de junio, el gobierno municipal requirió al titular para que arreglase el asunto "de forma urgente".