“Wonder Woman”, de Patty Jenkins, es la historia de Diana, hija de la reina de las amazonas, y de cómo acabó ella solita con la I Guerra Mundial (sic) gracias a sus superpoderes: ser más fuerte que nadie, saltar tan alto y tan lejos que parece que vuele, detener las balas con las manos, hablar todos los idiomas del mundo, no envejecer y, el más asombroso de todos, salvar el mundo con tacones de veinte centímetros sin que le duelan los pies ni la espalda ni nada. Bromas aparte, el film resulta lo bastante entretenido como para hacer soportables sus dos horas y pico de metraje. Evidentemente, el guion es un tebeo y ni los toques feministas ni las reflexiones pseudofilosóficas de la protagonista pueden disimularlo pero, dado que se basa en un personaje de cómic, ya era lo que cabía esperar y nadie va a pedirle otra cosa. Gal Gadot cumple con su cometido, al frente de un reparto muy eficaz, aunque algunos personajes están desaprovechados (como el del jefe indio, que apenas pronuncia dos frases) y otros parecen sacados de otra película (Ewen Bremner repitiendo su papel de Spud en “Trainspotting”). La propia Diana en la primera parte del film es como Vaiana pero a lo bestia. Por lo demás, los decorados son magníficos mientras que los efectos especiales tienen un nivel desigual, con algún que otro plano que parece de videojuego. La anécdota es que Gal Gadot rodó estando embarazada y le borraron la tripa digitalmente. Intérpretes: Gal Gadot, Chris Pine, Danny Huston, David Thewlis, Elena Anaya, Robin Wright, Connie Nielsen, Saïd Taghmaoui. (Cinesa, en 3D).
“La casa de la esperanza”, de Niki Caro, recrea la historia real de una pareja que salvó la vida de centenares de judíos polacos ocultándolos en el zoo de Varsovia, combinando bien el drama con el “suspense”. Es imposible no simpatizar con los protagonistas y con el mensaje de solidaridad que transmite el film pero también es imposible creerse a Daniel Brühl haciendo de nazi. En cambio, el trabajo de Jessica Chastain ya justifica el precio de la entrada. Intérpretes: Jessica Chastain, Johan Heldenbergh, Daniel Brühl, Efrat Dor, Timothy Radford. (Cinesa).
“Maudie, el color de la vida”, de Aisling Walsh, es el tercer estreno de la semana que está dirigido por una mujer. Cuenta, alejándose de los tópicos del “biopic”, la historia real de Maud Lewis, una artista canadiense que parecía retrasada pero que tenía un gran talento para la pintura. Lo mejor es el trabajo de Sally Hawkins y lo peor la errónea elección de un tipo tan simpático como Ethan Hawke para encarnar a su rudo y machista marido. (Catalunya VOSE y doblada y Cinesa).
“Selfie”, de Víctor García León, es una tontería con ínfulas de sátira política que cuenta la historia de un chico del PP (hijo de un ministro encarcelado por corrupción) que se hace pasar por víctima de un desahucio para engañar a una chica de Podemos. La moraleja de la historia es que los del PP son malos, mentirosos y tontos y los de Podemos inocentes, ciegos (literalmente: la chica es invidente) y tontísimos y que “Dios nos pille confesaos”. Lo malo es que desaprovecha su premisa y no contiene ni una sola escena divertida. La curiosidad es que, como se rodó durante la campaña electoral, los mítines son auténticos y los políticos, como Esperanza Aguirre, se interpretan a sí mismos. (Cinesa).
“La película de nuestra vida”, “opera prima” de Enrique Baró, es un drama intimista inspirado en la propia familia del director y en las películas domésticas que recrean sus vacaciones desde los años 50. Tuvo muy buena acogida cuando se presentó en el festival D’A de Barcelona. Intérpretes: Teodoro Baró Rey, Francesc Garrido, Nao Albet. (Catalunya).
“Hermanos del viento”, de Gerardo Olivares y Otmar Penker, es un cuento ecologista sobre un niño que quiere salvar la vida de una cría de águila. Mezcla la ficción con el documental y destaca por la fuerza y belleza de sus imágenes. Intérpretes: Manuel Camacho, Jean Reno. (Cinesa).