Càritas Diocesana de Terrassa destinó en 2016 un total de 4.563.052 euros a su actividad, 2.272.000 de los cuales se invirtieron en acción social. Además, el programa Incorpora de La Caixa contó con una dotación de 40 mil euros y el programa Caixa Proinfància, con 179 mil euros, que permitieron atender a 1.049 niños.
El grueso de la financiación de los distintos programas de Càritas procede de donaciones, subvenciones privadas y públicas. Lideran las aportaciones económicas los socios y donantes, con 899 mil euros, y las interparroquiales, que fueron de 491 mil euros el pasado ejercicio.
Más allá de las aportaciones económicas, los voluntarios suponen un puntal valioso para Càritas, que cuenta con el apoyo técnico de un equipo de 42 profesionales y la colaboración de 1.561 personas voluntarias.
"El voluntariado es el eje transversal a toda la acción de Càritas en todo el territorio diocesano. Las personas voluntarias constituyen un fundamento básico e insustituible de la acción de la entidad, tienen un compromiso comunitario, fraterno y solidario con los derechos humanos y la igualdad de todas las personas, luchando por una sociedad donde todo el mundo tenga un lugar y una vida digna. Los voluntarios representan un testigo de compromiso único, dedicando su tiempo y su saber. Además, están abiertos a dialogar, reflexionar y formarse para poder realizar un buen servicio a las personas", aseguran desde la entidad.
Càritas ofrece formación a las personas voluntarias y contratadas con el objetivo de favorecer un proceso continuo de aprendizaje. En este sentido, en 2016 se ofrecieron 11 espacios formativos en los que participaron 790 personas, además de varios cursos para personal contratado.
