El Ayuntamiento tiene intención de repetir el proceso participativo para elegir al futuro Síndic o Síndica local a mediados de septiembre. La idea del teniente de alcalde de Servicios Generales, Alfredo Vega, es abrir el periodo de presentación de candidaturas a partir del 15 de septiembre y dar así inicio a la segunda consulta popular para elegir al defensor del pueblo en Terrassa.
La junta de portavoces celebró la semana pasada una reunión extraordinaria para modificar el reglamento de la Sindicatura Municipal de Greuges. El objetivo, según explica Vega, es evitar al máximo las confusiones sobre el tipo de proceso que se realizará y darle seguridad jurídica. Por este motivo se ha decidido modificar un artículo del texto para sustituir el concepto "consulta ciudadana", que jurídicamente tiene unas determinadas implicaciones, por el de "proceso participativo".
Los portavoces tendrán que verse de nuevo en breve para comprobar la literalidad de estos cambios. Después, la modificación pasará por aprobación inicial en el pleno, tras lo que se abrirá un periodo de exposición pública (con la posibilidad de presentar alegaciones) hasta la aprobación definitiva. Todos estos plazos llevan a Vega a pronosticar que el proceso no podrá ponerse en marcha antes del 15 de septiembre. No habrá que esperar tanto, comenta, para constituir la comisión de seguimiento del proceso, a la que el Ayuntamiento ha invitado a participar al Síndic de Greuges de Catalunya, Rafael Ribó, quien redactó un contundente informe señalando las carencias que tuvo el anterior proceso. La comisión estará formada por representantes de los grupos municipales, técnicos de distintos servicios (como el de Calidad Democrática) y, probablemente, por algunas entidades ciudadanas. Su composición concreta aún está por definir.
El sistema de votación aún no está determinado. Vega explica que antes de redactar las bases del nuevo proceso, tiene pendiente una reunión con expertos para conocer si la actual plataforma digital de participación (Terrassa Participa) proporciona garantías técnicas y jurídicas para que el voto (la recogida de apoyos) se pueda emitir de forma electrónica. El informe de Ribó señaló que la anterior herramienta, Consensus, no permitía la identificación del participante y que no era del todo fiable en la confidencialidad del voto. El edil socialista quiere asegurarse de que tanto el voto digital como el presencial "proporcionen las mismas garantías". Si no es así, el edil cree que lo más adecuado sería permitir sólo el voto presencial.
ERC, sólo presencial
ERC, por ejemplo, se decanta directamente por descartar la emisión de apoyos digitales. El "riesgo" de que el proceso vuelva a "enfangarse" es muy elevado, sostiene Carles Caballero, por las limitaciones de las herramientas digitales. "Si hay un mínimo problema con el voto electrónico, es probable que se impugne de nuevo el proceso", comenta. "Vamos camino de hacer el ridículo por segunda vez, lo estamos viendo, así que nosotros no nos haremos corresponsables", advirtió Caballero a Vega en la reunión de la pasada semana.
La junta de portavoces, de hecho, no fue plácida, como no lo está siendo ningún capítulo del culebrón del Síndic. Al contrario que ERC, y sin tantas cautelas como el PSC, TeC cree que es "irrenunciable" utilizar las herramientas digitales ya que "permiten avanzar en aumentar la capacidad de decisión y participación de los ciudadanos", tanto en el proceso del Síndic como en otros en el futuro, comenta Xavier Matilla. Existen sistemas, añade, que consisten en una primera acreditación personal que te permiten validar la identidad digital.
Matilla fue muy crítico en la reunión con las "formas" del concejal Vega y su "improvisación". Se queja de que el edil socialista les convocó sin aportar ninguna documentación sobre la que debatir los cambios en el reglamento y con una "clara indefinición" de cómo será el nuevo proceso participativo. Parece, denuncia, que la culpa del fracaso del anterior proceso es del reglamento, cuando fue de "de ellos (el gobierno local), que lo hicieron mal".
El PP, contrario a la consulta
Desde la CUP, Maria Sirvent considera que, de entrada, se está interpretando mal el dictamen del Síndic Ribó. Afirma que no es necesario modificar el reglamento de la Sindicatura local, sino redactar unas "bases concretas que rijan el proceso participativo" para así no tener que acudir de forma subsidiaria a la ley de consultas catalana en lo que se refiere al voto digital. Sirvent critica que los cambios en la norma local dilatarán aún más el proceso. "¿Cuánto tiempo más queremos estar sin Síndica?", se pregunta. La edil es partidaria de utilizar la emisión de votos electrónicos si, "como parece" -apostilla-, es seguro hacerlo con la nueva herramienta Terrassa Participa, que debe garantizar el secreto del voto, la seguridad del mismo y la no suplantación de la identidad.
El PP, en cambio, se muestra contrario a repetir el proceso. El concejal Álex Rodríguez mantiene su oposición inicial a elegir al Síndic a través de una consulta popular. Debería hacerse por consenso de todos los grupos políticos, "como se ha hecho hasta ahora, que no ha dado ningún problema". El edil popular anunció en la reunión que, por coherencia, su grupo no formaría parte de la comisión de seguimiento del proceso.