El incendio se propagó con la facilidad con que lo hizo el temor en el vecindario. Aquella madrugada, la del 10 de julio del 2015, una mujer pegó fuego al piso ocupado por su expareja después de una discusión. El barrio de Montserrat se llenó de sirenas y destellos de camiones de bomberos y policía. El bloque fue desalojado y un mosso d’esquadra resultó intoxicado por inhalación de humo. El fiscal acusa a la presunta autora de los hechos de un delito de incendio y de otro de lesiones y pide dieciocho años y seis meses de prisión.
La mujer llegó al domicilio de su expareja a la 1.30 de la madrugada. Portaba maletas. Abrió la puerta del piso con la copia de las llaves que aún tenía en su poder. El hombre y la acusada discutieron. Ella se negó a marcharse del domicilio y fue él quien abandonó la vivienda.
El fiscal asegura que, en ausencia del morador, la mujer incendió el dormitorio principal "mediante mecanismo desconocido", dice el Ministerio Público. Según testigos, la sospechosa había amenazado varias veces con hacerlo. Cuando aquello empezó a combustionar, la causante abandonó la vivienda y el bloque. Su expareja no quería líos, pues tenía una orden de alejamiento respecto de la mujer. Y él llamó a la policía. Agentes de los Mossos d’Esquadra acudieron a la zona. Vieron el humo cuando hablaban con el solicitante del servicio.
Las llamas se extendían. Los policías contactaron con los bomberos, pero el riesgo para los habitantes del edificio era cada vez más evidente. Había que desalojar el bloque, de cinco plantas con cuatro domicilios cada una; los mossos se pusieron a ello. Fueron puerta por puerta, ayudaron a personas de edad avanzada y poca movilidad. Familias con niños corrieron hacia la calle, ayudadas por los agentes. El humo se adensaba en la comunidad. Unas cincuenta personas fueron desalojadas. Entre ellas, un bebé de 13 meses.
Un mosso devino un héroe para los desalojados. "Se jugó la vida", contó una vecina. El agente se intoxicó y fue sometido a oxigenoterapia de alta concentración. Estuvo cinco días de baja.
Indemnización
La Audiencia Provincial prevé juzgar a partir de hoy a la acusada, una venezolana a la que el fiscal considera autora de un delito de incendio, pues el fuego "tuvo capacidad de propagación suficiente para poner en peligro a las personas que se hallaban en las viviendas". De hecho, el mosso y varios vecinos fueron atendidos por inhalación de humo, agrega la acusación.
El piso, propiedad de un banco, quedó arrasado, y el fuego quemó las ventanas de otras tres viviendas y afectó a elementos comunes del edificio. La sospechosa fue detenida e ingresó en prisión. El Ministerio Fiscal pide quince años de prisión por el delito de incendio y tres años y seis meses más por un delito de lesiones. Y que la acusada pague 16.427 euros de indemnización a la comunidad y 300 euros al mosso damnificado.
