Los vecinos del barrio de La Maurina honraron el sábado la memoria del activista Apolo Giménez. El acto, celebrado en el salón de actos del Col·legi Maria Auxiliadora, contó con la presencia de casi un centenar de personas.
El homenaje estuvo dividido en tres partes. Para comenzar, tomó la palabra Asumpció Tobella, una trabajadora social que colaboró con Apolo en los años 60. Assumpció explicó como se unió a Apolo Giménez en el movimiento vecinal. Como tuvieron que hacer frente a las censuras franquistas reuniéndose de manera clandestina por la noche. Para Assumpció, el adjetivo que mejor describe la vida de Apolo es "luchador".
El siguiente invitado en subir al escenario fue Joan Centelles, ex presidente de la AVV. En los años 80, explicó, Apolo empezó a colaborar a los miembros más jóvenes del barrio: "Consiguió inculcarnos valores tan importantes como la lucha, la justicia, el compromiso y la solidaridad".
Para concluir su intervención, Centelles pidió que todos aquellos "jóvenes" que en los 80 trabajaron con Apolo subieran al escenario. El grupo de amigos cantó a coro dos de las canciones favoritas del legendario líder vecinal: "Amigo", de Roberto Carlos, y "Al Alba", de Luis Eduardo Aute. Familiares y amigos, entre lágrimas, se unieron al canto colectivo, tal y como habría querido Apolo.
En la tercera parte del acto se repasaron los últimos años de su vida. Después de jubilarse, Apolo impulsó el Casal de la Gent Gran del barrio. Un espacio de reivindicación por los derechos de las personas de la tercera edad. Nuria Català, directora del centro cuándo Apolo era presidente, explicó que la experiencia fue "enriquecedora" y le permitió aprender de "el más grande".
El broche de oro
Al terminar las intervenciones del homenaje, uno de los miembros de la AVV de La Maurina subió al escenario para dar una noticia inesperada. El barrio ha enviado una petición muy especial al Ayuntamiento de Terrassa. Para honrar la vida del líder vecinal, los vecinos han pedido que la futura plaza de La Maurina pase a llamarse Apolo Giménez. La AVV propone que, si es necesario esperar a que pasen 5 años del fallecimiento del líder vecinal, tal como fija el protocolo del nomenclátor, el día de la inauguración de la plaza se instale un monolito en honor a Apolo junto a un olivo.
A su vez, los vecinos también han pedido que el nuevo equipamiento del barrio reciba el nombre de Francisca Redondo y, si no es posible, que un monolito "bautice" en recuerdo de la activista la plaza de L’Olivera.
