La puerta de acceso a una asociación cannábica de Ca n’Aurell lucía ayer un precinto policial. Hacía pocas horas que los Mossos d’Esquadra habían entrado en el local, un club de consumidores de marihuana, para registrarlo. Una inspección más en la lucha que los cuerpos y fuerzas de seguridad llevan a cabo de manera sostenida, sin prisas pero sin pausa, contra algunas de estas asociaciones. En esta ocasión, la redada concluyó con cuatro detenciones y el decomiso de 603,38 gramos de cogollos de maría, según fuentes cercanas a la investigación.
El 24 de octubre pasado se hundió el primer rellano de un edificio situado en la calle de Antoni Torrella y la policía y los bomberos desalojaron el bloque de pisos. No hubo heridos. Durante el operativo de emergencias, con la calle cortada, varias personas preguntaron a los policías si podían pasar "para ir al club". El club en cuestión está (estaba) enfrente del edificio donde tuvo lugar el desplome. Los clientes se resignaban cuando obtenían un cortés "no" como respuesta.
De la existencia de la asociación cannábica radicada en la calle de Antoni Torrella se sabía, pues, desde hacía meses, pero las investigaciones de los Mossos d’Esquadra sobre la presunta actividad delictiva que allí se desarrollaba nacieron semanas atrás. Locales de fumadores de cáñamo hay muchos y no todos irradian sospechas. Fue en abril cuando agentes del Àrea Bàsica Policial (ABP) de Terrassa principiaron las indagaciones al recibir informaciones acerca de lo que se cocía allí dentro. Los mossos vigilaron los aledaños del inmueble, una casa antigua de planta baja y primer piso. Según fuentes policiales, los investigadores observaron que muchos individuos entraban en el inmueble y salían pocos minutos después. Los agentes reunieron indicios y solicitaron al juzgado de instrucción número 4 de Terrassa la autorización para el registro.
Entraron en la asociación el jueves, a las once de la mañana. Y salieron con 603,38 gramos de cogollos de cannabis, balanzas y documentación, según añadieron las mismas fuentes. El operativo se saldó con cuatro detenidos, todos de nacionalidad española. Una quinta persona ha sido incluida en las diligencias como investigada. La policía atribuye a los imputados la presunta comisión de un delito continuado contra la salud pública y los acusa de promover, facilitar y favorecer el consumo de drogas.