Si el riesgo de colapso llevaba de cabeza a los responsables de autoescuelas y a los alumnos por la falta de examinadores, la situación se ha tornado peor, si era posible el empeoramiento: hay convocada una huelga de examinadores de Tráfico. Una superhuelga, habida cuenta de los días señalados en la convocatoria: hoy 2 de junio, y el 19, el 20, el 21, el 26, el 27 y el 28 de junio. Y trece días de julio. Veinte días de paro “por dignidad, por amor propio”.
La ley de Murphy, en versión adaptada a la borrasca permanente de los exámenes de Tráfico: si algo puede salir mal, probablemente saldrá mal. El aire enrarecido, cargado, hacía presagiar algo más que un atasco. Hacía presagiar un seísmo que ha llegado en forma de huelga, convocada por UGT y por ASEXTRA, la Asociación de Examinadores de Tráfico. Los sindicatos han organizado un paro del colectivo de examinadores de todo el país. Una huelga de veinte días precisamente en el periodo del año en el que más alumnos aspiran a obtener el carné. Las cifras de la repercusión se antojan lacerantes en grado sumo en toda Catalunya, sobre todo en la provincia de Barcelona, y en Terrassa y Sabadell de manera especial dadas las carencias estructurales que arrastra desde hace años la obtención del permiso.
Cada día de huelga se anularán 1.456 pruebas en Catalunya, dice UGT, teniendo en cuenta que cada uno de los 112 examinadores hacen trece exámenes cada día. Y si finalmente el colectivo lleva a cabo los veinte días de huelga, la cifra de afectados superará los 29.000. Más de 20.000 son de la demarcación de Barcelona. Cientos de ellos, cuando menos, de Terrassa.
UGT afirma que lucha para revertir “las precarias condiciones de trabajo” que padece el colectivo de funcionarios. Unas condiciones laborales y económicas que tilda de “deplorables”, pues la Dirección General de Tráfico (DGT) no reconoce “la importante tarea” de los examinadores en lo que respecta a la seguridad vial. UGT destaca que las cargas de trabajo en Catalunya son superiores a las del resto de España y que los trabajadores “realizan su trabajo en zonas que no disponen de las mínimas condiciones de trabajo reguladas en la normativa de prevención de riesgos laborales”; y que las carencias distan de ser compatibles con los protocolos de seguridad y violencia laboral.
“El colectivo en Catalunya sufre discriminaciones de conciliación laboral respecto a otros colectivos de la propia DGT”, asegura UGT, que subraya a modo de ejemplo “la no compensación de la jornada laboral en horario de verano”. Se adeudan cantidades correspondientes al 2014, el 2015 y el 2016 derivadas de la compensación de la jornada estival no disfrutada “por necesidades del servicio”. “También queda pendiente una subida del complemento específico que se acordó entre la DGT y los sindicatos”, añade UGT. Los funcionarios reclaman un plus de peligrosidad.
Hacer huelga es tan legal como legítimo, pero ¿era necesario hacerla así y en este periodo? Esta pregunta se formulan directores de autoescuela como Jordi Bach, responsable de la autoescuela terrassense La Rambla. Si los centros de formación vial estaban en riesgo de colapso debido a la falta de examinadores, con la demora consiguiente de las pruebas y la anulación de prácticas, la huelga anunciada no hace sino dar la puntilla. “Los examinadores están perjudicando a terceros por motivos económicos”, declara Bach.
Presión
Por supuesto, los convocantes de la protesta no han escogido esta época del año al azar. Ahora es cuando más presión pueden ejercer, con miles de alumnos a las puertas de la prueba. “Sufriremos un colapso”, subraya Jordi Bach. Si no se llevan a cabo exámenes, los aspirantes a conseguir el carné de conducir no estarán dispuestos a practicar en las autoescuelas y si no hay prácticas, los centros se quedarán a dos velas en meses claves del año como los de junio y julio, cuando esperan facturar lo que no facturan seguro en agosto. “¿Cómo pagaremos nóminas y alquileres?”, se pregunta Bach, como se preguntan otros muchos responsables de autoescuelas.
ASEXTRA prevé para hoy viernes un desplazamiento “masivo” de examinadores a Madrid para manifestarse ante la Dirección General de Función Pública “por el vergonzante silencio (tras años de espera) sobre la solicitud, más que justa, de la subida de complemento específico al colectivo”. Y agrega la asociación: “compañeros, por dignidad, por amor propio, luchemos por nuestro puesto de trabajo. No podemos seguir en estas condiciones de trabajo y la única salida es paralizar este servicio hasta que se garantice que se consigue lo que por justicia nos pertenece”.