De Terrassa a los fondos marinos de Cuba, y de allí a París. Éste ha sido durante los dos últimos meses el trayecto de Alfonso Cruz, que asiste hoy, en la sede de la Unesco en la capital francesa, a la inauguración de "Arte bajo las olas", una exposición que incluye obras submarinas de su autoría, pintadas en Europa y Cuba, junto a otras de artistas cubanos. Se presenta coincidiendo con la celebración de la Cumbre Internacional sobre Patrimonio Cultural Subacuático, y con el objetivo de "concienciar sobre el patrimonio sumergido tanto arqueológico como natural y su conservación", señala el pintor terrassense. Tras su estreno en París, "Arte bajo las olas" será exhibida en Nápoles, Génova, Turín, Madrid, Cartagena, Cádiz y la sala Muncunill de Terrassa (las fechas aún están por determinar). Después, saltará a Cuba, donde está prevista su exhibición en La Habana, Santiago y otras ciudades.
El "Cristóbal Colón" de 1898
Alfonso Cruz se desplazó a Cuba en abril acompañado de otro terrassense, Teodoro Rubio, gran experto en la guerra hispano-cubana-norteamericana de 1898, que le ayudó a localizar los pecios hundidos durante este conflicto. Así , con equipo de buceo, en la playa de Mula, a unos doscientos kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba, pintó el célebre "Cristóbal Colón", el último de los barcos que España perdió en esa guerra, y el que se conserva mejor. "Era el acorazado estrella de la escuadra española, dirigida por el alimarante Pascual Cervera y Topete, que combatió contra la norteamericana en 1898. El buque estaba fabricado en acero inoxidable en los astilleros de Génova". No era la primera vez que Cruz pintaba el "Cristóbal Colón". Ya lo hizo en abril de 2008, y produjo un cuadro con ese nombre que, en diciembre de ese mismo año, donó al Museu de Terrassa.
Otros barcos hundidos que pasó a sus telas en este viaje a Cuba fueron el Nueva Mortera o el norteamericano Snow, "utilizado tras el fallo irreparable de sus máquinas como pontona de desembarco en la playa de Siboney. Las tropas norteamericanas estaban dirigidas en 1898 por el general Shafter, por lo que los soldados llamaron a este barco el puente de Shafter". Cruz también trabajó en otros enclaves de la isla como Punta Perdiz, entre tiburones toro, o el cenote (depósito de agua manantial) denominado Cuba-Checoslovaquia, en el corazón de la Ciénaga de Zapata y que está habitado por cocodrilos.
Con un equipo de televisión
Durante esta estancia en Cuba, Cruz y Rubio se incorporaron a un equipo de televisión cubano llamado Mundo Latino. "Con él, y con otros profesionales, recorrimos la isla pintando y obteniendo imágenes que conformarán un documental para la televisión cubana, y que acompañan las exposiciones."
También se reunieron con destacados representantes del mundo de la cultura y la política, entre ellos el cónsul de España en Cuba, Carlos Pérez Desoy, que les recibió en la embajada de La Habana. Asimismo, Cruz participó con algunas de sus obras, en la galería de Oriente de Santiago de Cuba, en una exposición titulada igualmente "Arte bajo las olas". La inauguró el ministro de cultura de Cuba, Abel Prieto.
La última exposición de Cruz en Terrassa fue "Atmosferes", conjunta con Rafel Serres, en Amics de les Arts. También presentó paisajes submarinos de Cuba, la isla Bacardí o Cayo Levantado, en esta ocasión despojados de cualquier resto arqueológico.
