El barrio de Sant Pere vivió el pasado fin de semana una de sus fiestas mayores más especiales. La celebración cumplía 40 años de historia y los vecinos quisieron volcarse con una cita popular que acumula cientos de vivencias y el recuerdo de varias generaciones.
La agenda arrancó el viernes por la noche con la 14 edición del Festival Sant Pere Sona. La de Sant Pere fue la primera fiesta en programar bailes y conciertos gratuitos y el viernes, 40 años después de aquella primera agenda festiva, el barrio volvió a congregar a jóvenes procedentes de toda la ciudad, sobre todo amantes del rock y del heavy.
Protagonizaron el cartel la banda ADN, veterana del rock egarense que trasladó a los asistentes al concierto a los mejores momentos del heavy- metal de los años 80. La música siguió atronadora de la mano de L’Òstia del Segle, que este año saca su segundo EP, "Soc un diable", con cuatro nuevas canciones que recuerdan el heavy y thrash metal más puro con reminiscencias del hard rock de los 90.
El cartel lo cerraron los egarenses Rock’N’Bar, que combinaron temas propios con versiones de clásicos como AC/DC, Barricada, M-Clan o Queen.
El sábado y el domingo la fiesta de Sant Pere presentaba novedades como la degustación de recetas típicas de distintos puntos del mundo. La feria "Plats del Món" mostró una gran diversidad gastronómica y congregó a un buen número de personas dispuestas a experimentar con los distintos sabores.
A juzgar por la respuesta de público que registraron las citas más populares -la Plantada y Cercavila del sábado por la tarde, la chocolatada, el Ball de Nit con la orquesta Show Machine y la comida popular del domingo-, la fiesta mayor de Sant Pere tiene garantizado el apoyo del barrio y el de los vecinos de otros puntos de la ciudad, que siguen desplazándose a la plaza del Triomf todos los meses de mayo para disfrutar de un programa de actividades de referencia.
La colla de La Papallona, apoyada por un grupo de vecinos voluntarios, tomó hace 4 años el relevo en la organización del programa festivo y garantiza cada edición que la fiesta siga fiel a su cita con el barrio. Este año, además, la celebración ha sido una oportunidad para el recuerdo.