El Ayuntamiento ya tiene una primera aproximación del número de ayudas tramitadas para obtener el próximo curso una beca de comedor escolar. Durante el plazo previsto, que se abrió el 21 de abril y finalizó el 12 de mayo, ha recibido un total de 2.957 solicitudes, una cifra algo superior a la del año pasado que en la misma convocatoria se cerró con 2.791. Ha registrado, por tanto, un incremento de 166 peticiones más.
En esta edición, las familias interesadas por esta prestación han tenido que dirigirse a una oficina provisional habilitada en la calle de Pantà y no al Vapor Universitari como en años anteriores. El dispositivo, además, organizó el servicio de atención en función de las cuatro zonas escolares con el objetivo de lograr más agilidad.
El camino
El Ayuntamiento es el encargado en primera instancia de recoger todas las peticiones y enviarlas al Consell Comarcal del Vallès Occidental, quien a su vez las hace llegar a la conselleria de Ensenyament de la Generalitat. La conselleria es quien analiza la documentación y da la resolución final. Una vez solventado, lo reenvia al Consell Comarcal y este al Ayuntamiento. Este es el trayecto de ida y vuelta que recorren las solicitudes de ayuda para el comedor escolar de las familias de Catalunya.
Las 2.957 recogidas hasta ahora deberán también cumplir con todos los requisitos que pide Ensenyament. Y de las aprobadas, la gran mayoría recibirán una subvención del cincuenta por ciento del precio del menú que este curso tenía un precio máximo de 6,20 euros con IVA incluido. Es por ello que el Ayuntamiento revisa de nuevo estas peticiones aprobadas y complementa aquellas que cree oportuno. Su aportación se adjudica en varios tramos, desde el 50 hasta el 25 por ciento.
El tema de las becas comedor ha sufrido cambios en la última década a raíz de la crisis y debido al número creciente de solicitudes en cada curso. Esto ha comportado que muchos ayuntamientos, como el de Terrassa, tuvieran que presionar por separado o juntos a través del Consell Comarcal ante la conselleria de Ensenyament para que esta incrementara su presupuesto. La conselleria recapacitó y amplió su dotación económica.
Unidad de criterios
No ha sido el único cambio. Muchos ayuntamientos también pidieron relantear los requisitos porque eran demasiado restringidos. Ensenyament también lo hizo. Se sentó con las entidades municipalistas, la AMC y la FMC, y elaboró un nuevo pliego de condiciones que, además, permitió la unificación de criterios para todo el territorio catalán. En el caso de Terrassa, a partir de este curso, se ha sumado una novedad muy importante. La nueva adjudicataria, la empresa Serhs, que realiza el servicio de catering en las escuelas públicas, se compromete a ofrecer quinientas becas anuales por el importe total del menú. El Ayuntamiento ha redistribuido estas quinientas becas en mil del cincuenta por ciento para llegar así a más usuarios.