La entrada en vigor de la RGS supondrá un cambio de paradigma en los servicios sociales. La consolidación de una renta mínima que garantice la supervivencia de las personas sin recursos permitirá a los equipos de atención dejar de ser dispensadores de ayudas y volcarse en la "atención de los problemas que padecen las familias. Durante mucho tiempo la necesidad económica ha desbordado a los trabajadores sociales y ha tapado esos problemas", comenta el concejal de Servicios Sociales, Noel Duque.
El político celebra el acuerdo entre la Generalitat y los agentes sociales y pide a la administración autonómica que, en la implantación de la renta garantizada, "informe a los municipios y se coordine con nosotros. Tendremos que explicar muy bien el proceso a la ciudadanía. Necesitamos conocer la mecánica de aplicación y trabajar conjuntamente para no hacer sufrir a la gente durante el cambio de modelo".
La Renta Garantizada será "un salto a la dignidad" para muchas familias y para otras supondrá un reto. Duque explica que será necesario atender a aquellos usuarios que se resistan al cambio por miedo a la incertidumbre que genere el nuevo escenario de ayudas y que "tendremos que educar en la buena gestión de los alquileres, los suministros y las compras".