Terrassa

El Vapor Ros evocó el malestar de los obreros modernistas

El Modernismo fue una explosión artística que tuvo traducción en todas las artes, desde la literatura hasta la pintura pasando por la arquitectura, la música, la moda… El movimiento fue auspiciado especialmente por las clases acomodadas, la mayoría de las cuales estaban al frente de industrias textiles que prosperaban a buen ritmo gracias a nuevas redes de comunicaciones más rápidas, la mejora de su maquinaria y, por tanto, más pedidos externos de sus productos y artículos.

Los propietarios incrementaban sus beneficios y ganancias pero la mejora de su posición no repercutía en sus empleados. Así, mientras la burguesía vivía de modo confortable en casas señoriales, los obreros ocupaban casas muy modestas y seguían realizando jornadas interminables con un sueldo que apenas cubría las necesidades básicas. Y mientras sus "amos" disfrutaban de largas tertulias en los casinos y de estrenos teatrales , sus empleados guardaban celosamente el vestido y el traje del domingo para "ramblejar".

El grupo Acció Teatre, dirigido por Rosa Aguado, evocó con fidelidad este retrato de época, de la Terrasssa gris, en el Vapor Ros, el conjunto fabril ahora en litigio -la propiedad ha efectuado la cesión a favor de la Generalitat- que está situado con entrada principal en la calle de Racó. El patio de la fábrica, que aún respira la bella y vieja arquitectura de Muncunill, se convirtió el sábado en un espacio de reivindicación obrera.

Los empleados del Vapor Ros, en un receso, nos contaron que estaban cansados de realizar largas jornadas de trabajo por un sueldo mísero. Pidieron a las personas que les escuchaban, los visitantes, que les dieran su apoyo. Durante la asamblea fueron sorprendidos por el"amo", el señor Ros, quien les emplazó a tratar del asunto otro día y que volvieran a la fábrica porque, precisamente, acababa de recibir un encargo muy importante que debía solventarse en cinco días.

Uno de los obreros le plantó cara. "Cada día nos exprime más. Queremos reducción de jornada y más salario. Si no acepta, pararemos las máquinas". El señor Ros, escéptico, se fue hacia su despacho. Los empleados repartieron octavillas y al día siguiente se sumaron a la manifestación convocada a las doce del mediodía en el Vapor Aymerich, Amat i Jové. El ruido de los telares y el humo de las chimeneas, ese día, el domingo, sí se paró y las calles se llenaron de obreros y pancartas.

LOS DATOS

Escenario teatral: Vapor Ros
Origen de la fábrica: Textil
Promotores: Mina Pública d’Aigües de Terrassa
Fecha de construcción: 1907
Arquitecto: Lluís Muncunill

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