Los terrassenses, con muchos visitantes foráneos añadidos, están viviendo la Fira Modernista con la màxima intensidad y más masivamente que nunca (y también más vestidos de época que en anteriores ediciones). Hoy al mediodía volvían a haber, como ayer, auténticas riadas humanas por las calles y los espacios, y, pese al calor veraniego de todo este fin de semana, una gran expectación para ver y disfrutar de las actividades y actuaciones. Todo lo programado se ha desarrollado tal y como estaba previsto, y con mucho público, en algunos casos muy por encima de lo esperado. En la restaurada Masia Freixa, protagonista por excelencia de esta edición, donde se ha respira en todo momento un gran ambiente, 120 personas se personaron en la primera visita guiada para ver sus vueltas de noche (contrariamente a lo anunciado, no hubo luna), y la organización tuvo que improvisar dos grupos, que al final coincidieron en un concierto sorpresa de la cantante Iris Mañá y la arpista Anna Farrés.