Concentrar horarios para poder finalizar la jornada laboral antes, esa es una de las claves del èxito de la reforma horaria”. Así de contundente se mostraba ayer en Terrassa la consellera de Presidència y portavoz del Govern Neus Munté, tras participar en la clausura de las Jornades Ciutadanes Terrassa 2016-2017 “Cap a la Reforma Horària” en la Nova Jazz Cava.
El Govern, dijo, espera tener listo en julio el documento del Pacte Nacional per la Reforma Horària, la base sobre la que se redactará la futura Llei de la Reforma Horària de Catalunya, que el ejecutivo catalán confía en aprobar “este mandato”, afirmó ayer Munté.
“Necesitamos mejorar los horarios para hacerlos más humanos, cívicos y solidarios. Pero también desde la constatación de que la realidad ha evolucionado del 0 al 100 y los horarios siguen siendo los mismos”. Munté admite que el proceso no será fácil porque “algunos cambios implican rupturas culturales”, pero el Govern, afirmó, está decidido a “pasar a la acción” en cuanto apruebe la ley y marcar “un minuto cero” para la reforma horaria. Porque este es un proceso en el que los diferentes sectores -empresas, sindicatos, comercio, enseñanza y administración- “no pueden actuar de manera diferenciada”.
Desde el consenso
La clausura de las Jornades Ciutadanes “Cap a la Reforma Horària” dio prueba ayer del elevado nivel de consenso entre los distintos sectores sociales en torno a la necesidad de establecer unos horarios más racionales. A la Nova Jazz Cava acudieron Antoni Abad y David Garrufé, presidente y secretario general de la patronal Cecot, representantes de los sindicatos de CCOO y UGT, así como el presidente del Consell Assessor per la Reforma Horària, Fabián Mohedano, y el miembro del consejo Salvador Cardús, ambos implicados de manera activa en las jornadas de debate celebradas durante los últimos meses en Terrassa.
La ciudad forma parte de la red de municipios comprometidos en la difusión y promoción de la reforma horaria porque “el tiempo es un derecho de ciudadanía, un bien escaso, un elemento básico del bienestar social y de cohesión social”.
Meritxell Lluís, titular de la concejalía de Usos del Tiempo, reiteró el compromiso del Ayuntamiento de Terrassa con el impulso de un nuevo modelo horario. La administración ha introducido ya los primeros cambios y como prueba Lluís mostró ayer el reloj que preside las reuniones de trabajo, que por norma ya no se eternizan innecesariamente. La concejal obsequió a la consellera Munté con una réplica de ese reloj, que simboliza ya el cambio de paradigma horario.
Ayer en la cava, dos actores escenificaron el contraste de los horarios catalanes con los del resto de Europa y pusieron de manifiesto la oportunidad de someter a revisión nuestros hábitos horarios para que todos, ellos y ellas, ganen calidad de vida. En este sentido, Meritxell Lluís recordó que “hoy el debate del tiempo supera el ámbito de género. Afecta a la cultura, al ocio, a nuestra salud, al ahorro energético, a la productividad y a la participación”.
La concejal de Presidencia, Rosa Maria Ribera, cerró el acto recordando que este es un proceso que “requerirá tiempo, porque es materia sensible”. Ribera sugirió que el cambio sea “por convicción”.
