Terrassa

Reducen a escombros los dos bloques del pasaje de la Prudència

Las escaleras 2 y 4 del pasaje de La Prudència ya son historia. Los trabajos de derribo se ambos inmuebles arrancaron hace días con la retirada de la cubierta de fibrocemento y el vaciado del interior de la finca. Ayer, una máquina de grandes dimensiones procedió al derribo de la mayor parte de la estructura de los bloques de viviendas y del antiguo mercadillo San Cristóbal, en una espectacular operación que se prolongó varias horas.

Durante los trabajos se interrumpió la circulación de la calle de Sant Damilà, entre Jacint Elías y doctor Aymerich i Gilabertó. Los autobuses de la L3 que habitualmente recorren por esa vía se desviaron por la avenida de Barcelona en dirección a La Maurina.

Los vecinos de los inmuebles derribados ya han sido realojados. La primera semana de marzo culminaban los últimos traslados, que se retrasaron en el calendario por los problemas que las compañías pusieron a la hora de dar las nuevas altas de los servicios, denunciaron desde la asociación de afectados por el esponjamiento.

Con el derribo de los bloques 2 y 4 del pasaje de La Prudència culmina la segunda fase del esponjamiento de Ca n’Anglada. La operación fue adjudicada por 134 mil euros y dará pie a la transformación del espacio liberado en una futura plaza o equipamiento.

Los vecinos llevan tiempo exigiendo al Ayuntamiento y a la Generalitat, que financian el esponjamiento a partes iguales, que se agilice la transformación del suelo y que encarguen ya la redacción del proyecto.

No será así. Hace dos semanas el concejal de Urbanismo, Marc Armengol, explicó que el Ayuntamiento tiene intención de abrir un proceso participativo en el que invitará a los vecinos a formular propuestas para el diseño del nuevo espacio. La urbanización se abordará cuando culminen el realojo y el derribo de todos los bloques, inicialmente previsto para finales de 2019.

El plan de esponjamiento persigue mejorar la calidad de vida y la convivencia en el tramo norte de Ca n’Anglada y para ello el derribo de los bloques y el realojo de los vecinos debe culminar con la transformación de los espacios liberados en plazas públicas y zonas verdes. Los vecinos han pedido reiteradamente que la reurbanización avance en paralelo a los derribos, pero la reconstrucción de los espacios deberá esperar.

La tercera fase, en marcha
La tercera y última fase del esponjamiento de Ca N’Anglada ya ha iniciado su andadura. Ayuntamiento y Generalitat firmaron el 24 de abril el convenio que daba luz verde al inicio de los realojos y al posterior derribo de los 4 bloques (80 viviendas) afectados en los pasajes de la Concòrdia, Constància y Previsió. En este último tramo del proyecto de esponjamiento se invertirán 7,5 millones de euros.

Con motivo de la firma del convenio, la concejal del distrito 2 y teniente de alcalde de Derechos Sociales y Servicios a las Personas, Lluïsa Melgares. propuso a la Generalitat crear una comisión conjunta que aborde el problema de las ocupaciones ilegales en los pisos vacíos de Ca N’Anglada.

También de cara a la futura rehabilitación de los inmuebles que no están incluidos en el proyecto de esponjamiento y que requieren de mejoras. Ambas administraciones se comprometieron a actuar sobre las ocupaciones y manifestaron su predisposición a rehabilitar algunas fincas.

Durante los últimos cinco años se ha intervenido en un total de cinco bloques y se ha procedido al realojo de 54 familias. La operación arrancó a finales de 2012 y desde entonces se han demolido 104 pisos.

El plan de esponjamiento de Ca n’Anglada supondrá una inversión global de 16,5 millones de euros que sufragan solidariamente las administraciones local y autonómica. Cuando culmine el proyecto, a finales de 2019, en total se habrán derribado nueve escaleras (184 pisos) y trasladado a 90 familias.

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