En la recta final de la temporada del Centre d’Arts Escèniques de Terrassa (Caet) se representó el sábado "Sota teràpia", de Matias del Federico con dirección de Daniel Veronese, en el Teatre Principal. La obra gustó por dos motivos esenciales. Primero porque aborda el tema de la pareja de forma directa y después porque el conjunto actoral, encabezado por Cristina Plazas y Miquel Sitjar, realiza una interpretación notable. "Sota teràpia" presenta a tres parejas acomodadas que atraviesan problemas y acuden al psicólogo con el objetivo de remontar su relación. Son Carla y Esteve, Laura y Daniel y Marta y Ferran. Lógicamente acuden por separado pero un buen día el terapeuta les pide participar en una sesión colectiva. Los seis pacientes se dan cita en la consulta pero el psicólogo no asiste aunque les ha dejado unas notas con una serie de instrucciones a seguir.
La primera reacción de las parejas es de un desconcierto total y la mayoría de los presentes se apresuran a recoger sus cosas para irse a casa. Pero uno o más de uno consideran que deben quedarse y, al final, acaban por convencer al resto. Y empieza la sesión. Las parejas reflexionan acerca de por qué su convivencia está en horas bajas transitando por su relación más personal y también por su relación con los hijos y los padres. Y en este recorrido afloran las emociones, los deseos, las frustraciones, las medias verdades. La sesión terapéutica ideada por el psicólogo ausente reparte mucho juego. Las tres parejas empiezan un tanto tímidas, apocadas, para acabar mostrándose todo lo contrario, decididas, resueltas. Y todo ello a través de un diálogo que transcurre con mucho ritmo y agilidad, cargado de ironía, a veces muy malicioso y perverso.
La fórmula de "Sota teràpia" nos recordó a "El mètodo Gronholm" -la convocatoria de una selección de personal también con directrices pero al margen de ello consideramos que la obra presenta una muy buena factura dramática con un giro hacia el final del todo sorprendente. Es un texto que habla de temas de hoy y lo hace con un relato atractivo tanto por su lenguaje, directo al corazón; su estructura y desarrollo. Y además porque reúne seis personajes muy definidos y contrastados fáciles de identificar por el público.
A una historia bien escrita sólo faltan buenos intérpretes. Veronese, el director, los ha encontrado. El elenco, del que sobresalen Cristina Plazas y Miquel Sitjar, por tener un protagonismo más relevante, constata su talento en los cambios constantes de registro, de carácter, que les depara la sesión y contagian su felicidad amarga con mucha naturalidad.
►Obra de Matias del Federico. Dirección: Daniel Veronese. Intérpretes: Dafnis Balduz, Marina Gatell, Cristina Plazas, Miquel Sitjar, Ancdrés Herrera y Meritxell Huertas. Día 29 de abril. Teatre Principal.