“Llego a casa contento. Valoro cosas simples”, cuenta Albert. Y Carlos habla de la riqueza moral y de la desconexión que le suponen los ratos que pasa con los destinatarios de su tiempo. Y Sonia dice que los usuarios a los que ayuda con las manualidades le transmiten “ilusión por las pequeñas cosas”. Albert, Carlos y Sonia son tres de los ochos colaboradores de Fupar que resumen sus experiencias en los otros tantos cortometrajes, o microdocumentales, que la fundación de integración de discapacitados ha producido para buscar más voluntarios.
Fupar presentó ayer los documentales en Bau House, en la casa Baumann, con Azahara Puertas, coordinadora de proyectos socioeducativos de la fundación, como maestra de ceremonias. “Es un estreno mundial. Ni los protagonistas lo han visto aún”, comentó.
Teatro, baloncesto
No lo habían visto Albert, monitor de tenis de mesa. Ni Marta, voluntaria en “Protagonistes nosaltres”, el grupo de teatro con discapacitados más longevo de España (nació en 1974). Ni Víctor, que enseña informática. Ni Carlos, que se sienta en el banquillo para dirigir al equipo de baloncesto. Tampoco Sonia, la de manualidades, ni Xavi, el de hockey, ni Marc, que guía a César en sesiones de batería en el grupo musical de la entidad.
Cada voluntario sale en pantalla con usuarios de Fupar. María, que enseña punto de cruz y se siente “enganchada” a su trabajo, sale con Ana. Rosa aparece también, y César, y Mari.
El programa de voluntariado lleva por nombre Enxarxa’t y está activo desde hace más de dos décadas. Cuenta con sesenta voluntarios que desarrollan actividades socioeducativas, deportivas y comunitarias. Y busca “a gente como tú”.