El último estudio sobre la calidad del aire en Catalunya revela que Terrassa sigue superando los límites de contaminaciónfijados por la Unión Europea en presencia de dióxido de carbono (NO2). Durante 2016, la ciudad volvió a rebasar la media anual de 40 microgramos/m3 fijado por la UE como valor límite para la protección de la salud. La estación medidora de la Rambleta del Pare Alegre cerró el ejercicio de 2016 con un registro de 42 microgramos/m3 de dióxido de carbono, ligeramente superior al nivel de riesgo.
Se trata de la medida más baja de los últimos años. En 2009, la ciudad de Terrassa alcanzó los 50 microgramos/m3 y desde entonces, aunque con oscilaciones, los niveles de contaminación por dióxido de carbono han descendido hasta situarse en los 42 microgramos/m3 anuales en 2016.
En el ranking de ciudades del área metropolitana, en este momento sólo superan a Terrassa la ciudad de Mollet y los distritos barceloneses del Poble Nou, Gràcia-Sant Gervasi y l’Eixample.
Conviene tener en cuenta que la estación medidora de la ciudad está situada en un punto negro del tráfico, junto a la rotonda del Doré y próximo a las autopistas, en el principal eje de entrada y salida de Terrassa. La medición en ese enclave estratégico no se corresponde con la realidad ambiental de la ciudad en su conjunto. Salvo en las calles más saturadas como Topete, Galileo, Arquímedes o García Humet, la mayor parte de la trama urbana respira un aire más limpio, con niveles bajos de contaminación.
Por lo que respecta a las partículas en suspensión, en el último informe la ciudad de Terrassa registra una media anual de 19 microgramos/m3 y 20 microgramos/m3 en las estaciones de medición situadas en Mina y en la Rambleta del Pare Alegre, respectivamente. En ambos casos están por debajo del límite anual de 40 microgramos/m3. El año pasado, en la primera estación medidora se rebasaron tres veces los valores límites diarios, que son de 50 microgramos/m3.
En la Rambleta del Pare Alegre los niveles de polución son mucho más altos. La presencia de partículas en suspensión superó en ese punto los límites diarios para la protección humana en 31 ocasiones el año pasado, acercándose a los 35 días que se consideran de alto riesgo para la salud.
Cronificación
El informe sobre la calidad del aire en Catalunya lo presentaron recientemente el conseller de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, la secretaria de Medi Ambient i Sostenibilitat, Marta Subirà, y la directora general de Qualitat Ambiental i Canvi Climàtic, Mercè Rius. El estudio revela que el entorno de Barcelona sigue superando los límites de NO2 fijados por la UE.
La situación se ha cronificado y no mejora desde hace años, pero los indicadores apuntan a una cierta estabilización en el caso del dióxido de carbono y una tendencia a la baja de las partículas en suspensión, aunque no se alcanzan los niveles recomendados por la OMS.
La estadística revela que el incremento de la actividad económica y de la movilidad no se ha visto reflejado en un aumento de los niveles contaminantes, que sí se ven afectados por las condiciones meteorológicas (episodios de polvo africano). “La falta de una calidad suficiente del aire en el área de Barcelona es un problema real, actual y no de futuro que arrastramos desde hace muchos años -apunta el conseller Rull-. Es un problema que afecta a la salud de todos”.
En las zonas de calidad del aire (ZQA) 1 (Barcelona) y 2 (Vallès- Baix Llobregat) los valores de NO2 se mantienen estables. En ambas áreas hace años que se incumplen en algunas estaciones de medición los valores límites anuales, un fenómeno común en las grandes ciudades europeas, apuntan desde Territori. Por contra, en las aglomeraciones urbanas catalanas no se supera el valor límite horario del dióxido de carbono, como ocurre en otras capitales por su ubicación continental y por los fenómenos episódicos pronunciados.