El Festival de Música i Titelles Didó ha dado un indudable salto adelante en su tercera edición, con un aumento sustancial del número de espectadores en todas las actividades celebradas hasta alcanzar los cinco mil visitantes, 1.500 más que en la edición anterior.
Estel Rius, coordinadora del evento, considera que finalmente ha resultado "positivo coincidir con Sant Jordi", y también admite que el festival se ha visto beneficiado por la buena climatología. Este año el festival se ha adelantado dos o tres semanas con respecto a sus fechas habituales de celebración, lo que ha acabado favoreciendo a su consolidación. "Estamos contentos y sorprendidos", admite Estel Rius, no sólo ha habido más público sino que se ha creado público nuevo.
En alguno de los espectáculos celebrados, como el de "Libèl·lula" (representado en una carpa instalada en el Vapor Gran y premiado en la Fira de Teatre de Titelles de Lleida ), los talleres para bebés o el espectáculo "Titelles de l’Univers" (un espectáculo presentado por el Ins Viladecavalls y el CEM) se quedó numeroso público sin entrada.
La organización también constató que en muchos casos el público reclamó más actividades al mediodía o el domingo por la tarde, por lo que todo apunta que la próxima edición podría cubrir dos jornadas completas, tal como admite Rius.
Las novedades introducidas este año han tenido una acogida dispar. Por un lado, el hecho de cobrar la cantidad simbólica de un euro en dos de los talleres ha sido bien aceptado y ha permitido una participación "más ordenada y gradual." Por otro, la primera función programada en el Teatre Principal ha tenido una respuesta modesta, con tan sólo media entrada, una acogida que debe mejorar.