Sant Jordi fue en domingo y expandido a todo un fin de semana en que el clima casi veraniego hizo que las calles estuvieran llenas -las del centro, casi colapsadas en los mediodías y las tardes- y se respirara un fantástico ambiente ciudadano. Y las ventas de libros y rosas se dispararon, en una diada que puede decirse que duró tres días. "Se han repartido entre los tres días, y ya el viernes se vendió mucha rosa para empresas", señaló Carme de las Heras Gras, de la floristería Gras. "Teníamos miedo del tiempo, y por ser en domingo, pero ha sido un Sant Jordi muy bueno. Estamos contentos."
Cabe recordar que, el pasado año, llovió por Sant Jordi, con lo que el aumento comparativo "ha sido bastante espectacular. El sábado vendimos tanto como en el Sant Jordi del 2016, y hoy acabaremos mejor que ayer", comentaba, satisfecho, Alvar Masllorens, director de la librería la Temerària. "La gente se ha esperado al domingo, porque quiere comprar el libro el día de Sant Jordi. Como el pasado año llovió, la gente había más ganas de Sant Jordi", nos dijo Soledad Sánchez, de Abacus. "El sábado fue más flojo, porque la diada de Bastoners dificultaba que el público llegara al puesto", recordó Ana Belén González, de El Cau Ple de Lletres. "Pero hoy, desde primera hora de la mañana, no se ha parado."
Un vencedor terrassense
En cuanto a los libros más vendidos durante el fin de semana, solo hubo un título en el que coincidieron todas las paradas y librerías consultadas: "Quan arribi la penombra", el muy reciente volumen de relatos breves del escritor terrassense Jaume Cabré. La guinda de orgullo literario local para un Sant Jordi inmejorable. Muy de cerca le seguía Pilar Rahola con "Rosa de cendra" y, luego, pelotón de "best-sellers": "El que et diré quan et torni a veure", de Albert Espinosa; "Un home cau", de Jordi Basté; "El laberinto de los espíritus" de Carlos Ruiz Zafón; "Todo esto te daré", de Dolores Redondo, "Nosaltres dos", de Xavier Bosch. También tuvieron buenas ventas otros dos libros de autor local: "L’herba sempre és més verda a l’altra banda", de Xavi Coral, y "Com es bull una granota i altres relats" de Òscar Andreu. En Abacus recomendaban "El simpatitzant" de Viet Thanh Nguyen, premio Pulitzer,y casi se agotó, y lo mismo en La Temerària con "Aquari" de David Vann y "Sortir a robar cavalls" de Per Petterson. En infantil y juvenil, también destacó un terrassense, Josep Lluís Badal, con la serie de "Hopi", así como "Por trece razones" de Jay Asher, "Hush hush" de Becca Fitzpatrick, "Tres veces tu" de Federico Moccia, "La planta mil" de Kathaine McGee, y "L’illa de Paidonèsia" de Oriol Canosa, entre otros, y las sempiternas series de Harry Potter y Geronimo Stilton.
Cabe señalar que todo ello esrelativo, porque, además, en Sant Jordi se montan muchas paradas especializadas en temas o ámbitos. Las del Ateneu Terrassenc y Amics de les Arts solo ofrecen libros de autores locales o vinculados de alguna manera a la entidad, y la de la Agrupació de Col·leccionistes, antiguos de Terrassa, y son mundos aparte. "Este año, curiosamente, se han vendido muchos libros de arte, de los que publicó Caixa Terrassa dedicados a Alexandre de Riquer, Ramon Cortés, Enric Monjo", comentó Jordi Fernández. También las novelas "Safareig" de Núria Armengol y las de Tessa Julià. El Raval de Montserrat era casi una galería de partidos y asociaciones de toda ralea, cada uno con su puesto: Drac de Terrassa, ICV, PSC, Partit Demòcrata Europeu Català, Terrassa en Comú, PP-Populars de Terrassa, Associació de Persones Sordes de Terrassa, ERC, CUP, Asociación Abarte, Esplau Ca N’Aurell, iglesia La Nativitat, AVAN, Diables de la Maurina, Fundación Vicente Ferrer, Esplai la Fera, L’Àliga, Som Maurina. Las mareas humanas de este fin de semana pasaron por delante de todos, y también ante muchos otros esparcidos por la ciudad, y en cada uno pareció haber quién se detenía, y quién compraba.