La temporada de danza estable del Centre Cultural Terrassa nos brindó la oportunidad de ver, por segunda vez en Terrassa (la primera fue en la inauguración del Festival TNT en 2013), el trabajo de Blanca Li, bailarina multidisciplinar, de origen granadino, que reside desde hace más de veinte años en París, donde fundó y tiene sede su compañía. En esta ocasión, Li presentó el sábado su espectáculo “Déesees et démones”, “Diosas y diablesas”) que estrenó en los Campos Elíseos en diciembre de 2015 junto a Maria Alexandrova, una de las primeras figuras del Teatro Bolshoi.
Un viaje
El espectáculo fue un recorrido por el alma femenina en los diferentes contextos históricos. Las dos bailarinas se ponen en la piel de las mujeres y del rol que desempeñan en las diversas culturas y países desde la época más primitiva hasta la más contemporánea.
Blanca Li y Maria Alexandrova nos adentran en un universo intimista habitado por feminas que han sido referentes de creencias, mitos y ancestros y otras más terrenales. Y en este ir y devenir confrontan también su carácter, su espíritu, a veces divino y otras más perverso, maligno, a través de una danza que recurre a todos los lenguajes, desde el más clásico hasta el más contemporáneo. Una danza que en movimientos se expresa poética, enérgica y sensual. Las dos estrellas de la danza brillaron en solos y en los duetos. Maria Alexandrova, por su rol y formación en el Bolshoi, ejecutó la danza de corte más clásico mientras que Blanca Li, multifacética, se reservó la danza más libre. El paseo dancístico por el universo femenino tuvo momentos de gran belleza y sensibilidad aunque algunos tramos de la obra se apreciaron reiterativos.
Recursos efectistas
Li y Alexandrova confirmaron su dominio de la disciplina en todo momento y dieron muestras de su complicidad. Nos sobró, al menos para quien escribe, el recurso del vídeo. Fue efectista, no cabe duda, pero en demasía. Algunos pasajes, como el que nos sumerge en el paraíso terrenal con Eva, el vídeo proyectado con las serpientes en primer plano tomó casi más protagonismo que las bailarinas cuando entendemos que es la artista la que está al servicio de la coreografía y no a la inversa.
No es la primera vez que ocurre. También sucedió en el espectáculo “El amor brujo” de Víctor Ullate que la compañía ofreció recientemente en el mismo Centre Cultural y donde las imágenes, aquí de murciélagos, acababan por dejar en la penumbra a los fantásticos bailarines. Es lógico que los artistas, y también los de la danza, exploren las nuevas tecnologías que hay a su alcance pero en danza, y más cuando se trata de una obra tan poética y personal y casi que me atrevería a decir delicada, habría que medir su grado de incursión para que la danza no acabe viéndose perjudicada por una imagen impactante que abraza todo el escenario.
“DÉESSES ET DÉMONES”
Coreografía creada e interpretada por Blanca Li junto a Maria Alexandrova. Día 22 de abril de 2017. Centre Cultural (Rambla d’Ègara, 340)
