El Rebost de Terrassa ha cerrado el ejercicio 2016 con un leve descenso en la entrada de alimentos procedentes de donativos particulares y de entidades. La red de entidades de distribución social apela a la sociedad civil -particulares, entidades, asociaciones, etc- para que mantengan una aportación continuada de víveres al Rebost que garantice la distribución a las familias necesitadas.
En este momento, en el Rebost escasean sobre todo alimentos infantiles. "Necesitamos cacao en polvo, cereales y leche de bebé número 1", explican desde el banco local de alimentos.
El año pasado el Banc d’Aliments de Catalunya compensó el descenso en la recepción de víveres que registró su homólogo en Terrassa.
Precisamente en este momento se tramitan las solicitudes de alimentos a la UE, que distribuye excedentes alimentarios entre las entidades de apoyo a la subsistencia. Entre mayo y junio se conocerá la aportación a Terrassa y en julio se espera la llegada de los víveres.
En este momento la mayor parte de los 885.731 kilos de alimentos distribuidos proceden de la Unión europea (454.375), seguido de los donativos (330.856 kilos) y las compras, 75.500 euros procedentes de aportaciones que se invierten en la adquisición de productos alimentarios.