Centenares de personas se han congregado este mediodía, en la Plaça Vella, para celebrar el Día de Ramos y bendecir las palmas, los palmones y los ramilletes de laurel. Durante el acto, muy familiar, el obispo Josep Sainz Meneses, que ha presidido la ceremonia, ha apelado a seguir “el mensaje de Jesús y trabajar para construir la paz desde todos los ámbitos y en el día a día”.
El obispo ha lamentado que “la violencia no cesa” y ha recordado los últimos atentados, el del viernes en Estocolmo y el de esta mañana en una iglesia de Egipto. Saiz Meneses reiteró que “es necesario emplear el diálogo, reconciliarse y comprometerse en la lucha por la paz”. Tras sus palabras, procedió a la bendición de los ramos para emprender después el camino de regreso a la Basílica de Sant Esperit y celebrar la misa.