Un "aire nuevo", en palabras de la vicepresidenta de Òmnium Cultural Terrassa, Isabel Caba, quiso dar la entidad, este año, a su tradicional acto de Sant Jordi, de presentación de los libros de autores terrassenses, publicados en lengua catalana desde el anterior 23 de abril. Por primera vez, la convocatoria, celebrada el martes en la Biblioteca Central, contó, entre autor y autor, con las intervenciones humorísticas del actor Guillem Carol, como "Eustaqui Farriol Cardellach i Puigdefoll", auténtico rústico venido de "Santa Gertrudis de Can Colló", y las interpretaciones musicales de la cantante Maria Cano y la teclista Mariona Cos, alumnas de la Esmuc, y su director Carlos Salazar, en la guitarra.
"Es una alegría estar un año más en este acto que es un altavoz de la producción literaria que tenemos, en Terrassa, en nuestra lengua, este año 88 obras, de 46 autores distintos", dijo Caba abriendo el acto (ver despiece). "Lo que quiere decir que somos una ciudad que disfruta de buena salud literaria. Entre los autores, hay jóvenes y mayores, conocidos y noveles, los que se han autoeditado su obra y los que ya trabajan con editoriales importantes. Todos tienen su valor." "La producción cultural de Terrassa es vastísima, y también la literaria". remató el concejal de Cultura, Jordi Flores.
De Morella a Mallorca
Y comenzó el desfile de autores, cada uno de los cuales disponía de cinco minutos para explicar su libro. El primero, Manuel Beser Jordà, ha publicado "Cent anys del Maestrat a Terrassa, 1916-2016", una obra que es, sobre todo, una recopilación y una crónica de la Associació Cultural el Maestrat de Terrassa, "una gente que se ayudaba mucho entre ellos, en un momento en que no existía aún la Seguridad Social" y, por ende, "un libro de sociología sobre la emigración" .
En "El pols de la vida", Pere Calsina ha publicado quince relatos "fruto de los recuerdos y vivencias"; cinco de ellos, interrelacionados, "narran la historia de amor de una pareja, con diálogos que simbolizan los momentos de la vida en común". Sus narraciones son historias próximas en las que "todos nos podemos identificar y que permiten tomarle el pulso a la vida, una vida cualquiera, quizá la vida de cualquiera de nosotros".
Tras la primera e inesperada intervención de Eustaqui Farriol, Montserrat Espallargas habló de "Vides de filferro" y "Tot ho dona per perdut". El primero está formado por seis relatos, tres de los cuales inspirados por la "sociedad arribista" que la autora conoció en los años que vivió en Mallorca, de 1987 a 1997, "personas que, por ansia de ascensión social, asaltaron el poder de la política y la universidad, muchas de las cuales se encuentran ahora en la cárcel". "Tot ho dono per perdut"es un homenaje al escritor mallorquín Miquel Àngel Riera, en base a cinco cuentos sobre "aquello que queda del amor".
Salvador Comelles comentó los tres libros para niños que ha publicado este año: "En Pere sense por", "versión en verso de un cuento popular"; "Capicua. 12 poemes amb animals per llegir i cantar", y "Bona nit. Poemes per anar a dormir", del cual leyó uno, "La casa dels roncs".
Cátaros, aviadores y Azaña
A Sergi Grau, que además de historiador es enólogo, Eustaqui Farriol le regaló una botella de vino, antes de que se pusiera a hablar de su exitoso "La invenció dels càtars". Es un libro que, en su primera parte, habla de "cómo se ha construido, desde el siglo XIV hasta la actualidad, la imagen romántica que tenemos de los cátaros", a través de la literatura, la ópera, el cine. La segunda parte es "un ejercicio de síntesis de los documentos que han quedado de este movimiento".
Domènec Jofresa, ex alcalde de Terrassa, comentó la novela "Turbulències", sobre "un joven aviador, durante los primeros años del franquismo, con una vida marcada por su familia y sus viajes a Italia y Alemania", y avanzó el contenido de otra, "Des de l’estadi a les trinxeres", que presentará el lunes en la Bct.
Con "No sense tu", Tessa Julià quiso escribir una novela de aventuras que explicara "que el presidente de la República, Manuel Azaña, vivió casi un año en Matadepera; cómo era la Matadepera rural de aquella época, con todo el vocabulario del campo, y la vida de un soldado en la Guerra Civil".
Muchos monasterios
Antoni López Massó escribió "El pastor de Sant Llorenç del Munt" a raíz de saber que, en la Mola, antes del monasterio, existieron tres capillas". En el libro explica a través de la ficción sus características, que para sobrevivir el rey les cedio el fisco de tierras lejanas, y que los monjes de Sant Cugar hallaron ahí refugio cuando los sarracenos les ocuparon su monasterio.
Más monasterios hay en "Deu anys de setmanes santes pels monestirs d’Europa, 2007-2016", de Josep Maria Marbà, que cada año ha visitado uno diferente, en un país distinto y de una orden religiosa también distinta (entre ellos, el que inspiró a J.K.Rowling Harry Potter). ¿El objetivo? "Ver el amplio abanico de la Iglesia católica. Han sido cuarenta mil kilómetros recorridos en avión, barco y tren."
Lluís Prats vino con cuatro libros: "Penny Berry i la poció màgica"; "Penny Berry i l’arbre d’or de Xangri La" (será una serie de cinco); "Tap", y "La veritable història de l’home elefant". En "Figues del meu paner", Toni Prunés ha recogido sus artículos publicados en Diari de Terrassa entre 2008 y 2015. "Marcats pel 92", de Josep Cadalso, son veinticinco entrevistas a personas que tuvieron un papel destacado en la Terrassa olímpica, "las que pueden explicar mejor que nadie aquel acontecimiento irrepetible", en un libro que "también quiere ser un homenaje al periodista deportivo y local, de proximidad, generalmente poco valorado".
En "Contents i enganyats", Toni Duró publica cuentos surgidos "de los días pesimistas, aquellos en los que piensas que los seres humanos nos limitamos a intentar reproducirnos y pagar facturas". En lugar de explicar su poemario "Lleu batec", Xavier Serrahima prefirió exhortar a la lectura de poesía en general, y Alba Vinyes calificó "L’Escola de Terrassa del Segle XX" de libro de consulta sobre el tema.