Después de reiteradas fechas incumplidas y un largo proceso de diagnosis para reactivar social y económicamente el Vapor Gran, de la mano de Itziar González, el Ayuntamiento parece que esta vez sí podrá cumplir con su último compromiso: iniciar varias reformas urbanísticas en la zona el próximo mes de septiembre.
Este año los presupuestos municipales contemplan una parte de los recursos necesarios para aplicar las recetas de remodelación urbanística señaladas por la arquitecta Itziar González, a quien el alcalde, Jordi Ballart, contrató en julio de 2014 expresamente para analizar las deficiencias del Vapor Gran y proponer soluciones que acaben con el letargo social y económico que arrastra esta zona residencial y de comercios del Centre desde su construcción.
El objetivo de los retoques diseñados por González, en estrecha colaboración con los servicios técnicos y la Associació d’Amics del Vapor Gran, persiguen suavizar los desniveles de la zona (hay muchas rampas y escaleras) y dotarlo de más zonas de sombra y juegos infantiles para, en definitiva, convertirlo en un espacio más amable y cómodo destinado, principalmente, a un público familiar. Los niños están llamados a ser los principales usuarios del Vapor Gran, y este antiguo espacio fabril quiere convertirse en la gran plaza pública del Centre para el disfrute de los pequeños y la tranquilidad de sus familias.
En septiembre
La concejal del distrito 1, Meritxell Lluís, recuerda que “en el Centre no hay muchos espacios para los niños” y afirma que el Vapor Gran “es el recinto que le faltaba al Centre”. Está convencida de las posibilidades de esta zona, con un perímetro completamente peatonal en el futuro próximo, para atraer al público familiar, especialmente en fines de semana. El reto está en que también se lo hagan suyo en días laborales. Las actividades ubicadas en la zona (escuela de música, de idiomas, de danza, de robótica, etc) contribuyen a esta “especialización” hacia el público juvenil.
El Consistorio cuenta este año con 100 mil euros para actuar en la primera de las dos fases en las que se ha dividido el proyecto, a pesar de que está presupuestada en 400 mil euros. Aunque en un primer momento parecía que serían los servicios municipales quienes diseñarían el proyecto técnico, finalmente, el grado de saturación y falta de personal de que adolece el Consistorio, ha llevado a que sea un despacho de arquitectos externos (GMG, del egarense Joan Badia) el que ha dado forma a las propuestas de González. Este proceso y la ausencia de presupuesto en años anteriores (el diagnóstico está hecho desde abril de 2015) han retrasado el inicio de los trabajos.
Las obras empezarán el próximo septiembre, un año después de la última fecha dada como arranque de las reformas. Esta primera fase comprende la zona norte del Vapor Gran. La calle del Portal Nou se convertirá en una vía peatonal de plataforma única, que se extenderá hasta la confluencia de las calles Rutlla y Església. En lugar de adoquines, para reducir los costes de mantenimiento, se utilizará asfalto en tono rojizo, un material que es probable que se instale también en futuras zonas peatones o en reformas de las actuales para reducir los costes. Una cámara de videovigilancia controlará que el acceso de vehículos únicamente sea para el parking del Bon Preu o para operaciones de carga y descarga. La salida de los vehículos también se realizará por Portal Nou para después tomar la calle de Baldrich.
En la zona inicial del Passeig del Vapor Gran, entrando por Portal Nou, se colocarán unos toboganes sobre el murete situado a las espaldas de la residencia de Mútua que salva el desnivel entre una zona y otra. De esta forma se pretende suavizar el efecto barrera que provoca esta tapia. Se aprovecharán las obras para reordenar el espacio y la terraza que ocupa el bar que hay delante.
En la plaza del Comte Guifré, situada frente a la comisaría de la Policía Nacional, se colocará vegetación y una zona de juegos infantiles accesibles para niños con discapacidad.
En la zona de porches flanqueada por dos escalinatas, situada frente al conservatorio de música, se busca acabar con su carácter de espacio degradado e inhóspito. La configuración de las escaleras se abrirá para que formen algo parecido a unas gradas y el espacio inferior pueda servir incluso como escenario natural en caso de que se proyecten actividades infantiles. La idea, explica González, es que Cultura diseñe una programación para el Vapor Gran y contribuya así a su dinamización social.
En la calle de Miquel Casas, que discurre detrás del Passeig del Vapor Gran y es muy utilizada como zona de paso, se plantará vegetación de enredadera en la pared para suavizar su actual aspecto.
Las escaleras centrales del paseo que dan acceso a una zona de restaurantes se modificarán para hacer más suave el paso.
El Ayuntamiento quiere que el final de las obras de esta primera parte del proyecto, prevista para marzo de 2018, suponga el inicio de la segunda fase. Según explica González, este mes de abril, en paralelo a la licitación de las obras de la zona norte, prepararán el concurso para la redacción del proyecto ejecutivo de la segunda y última fase, por lo que aún prefieren no avanzar el coste previsto de la remodelación.
Equipar la Plaça Nova
Esta segunda etapa afecta al sector sur. La calle de Sant Genís será peatonal para así poder ampliar el perímetro de la Plaça Nova. En el centro de la plaza, alrededor de la chimenea, se colocará un sistema de tarimas retráctiles y un mínimo espacio para almacenaje para así exprimir el potencial de la Plaça Nova a la hora de organizar conciertos y otro tipo de eventos que programe la asociación de vecinos y comerciantes.
El la zona de la plaza que toca a la calle de Baldrich, la más soleada, se instalarán juegos infantiles. Los situados al otro extremo es probable que se modifiquen, al igual que la pérgola que da a Sant Genís, que quizás se llegue a suprimir.
En paralelo, se está trabajando para dinamizar los locales que aún quedan vacíos, apenas cinco después del trabajo realizado por González y la Associació d’Amics del Vapor Gran. Es probable que en los locales vacíos que hay en la calle de Sant Genís, poco atractivos por su falta de visibilidad, se instale el restaurante social La Trobada.
Para mejorar el acceso a estos negocios, que ven mermada su comunicación con la Plaça Nova (de por medio tienen un porche, una calle por la que aún pasan coches y una pérgola), se quieren colocar toldos en la zona de porches que permitan identificar fácilmente los negocios que allí puedan instalarse.
Además de todas estas reformas, se mejorarán todos los alcorques de la zona y se plantarán algunos árboles más.
Tanto las obras de la primera como de la segunda fase consisten en “pequeñas intervenciones sencillas -aunque no por ello baratas, señala González- que lo cambian todo y mejoran la percepción del espacio para que retenga a las personas”.
Desde la Associació d’Amics del Vapor Gran son comprensivos respecto a la lentitud del proceso, especialmente lo son con el trabajo desarrollado por Itziar González, con la que han colaborado estrechamente, aunque no esconden que la espera está siendo complicada. “Ha sido un proceso muy largo. Ha habido momentos de desesperación, pero parece que ahora ya está todo enfilado. Confiamos en que las medidas que se aplicarán sirvan para revitalizar la zona”, señala Àngels Martínez, presidenta de la entidad.