Terrassa

El gobierno aplaza su decisión sobre el futuro Síndic local

El equipo de gobierno no tomará todavía una decisión sobre el futuro de la Sindicatura Municipal de Greuges de Terrassa, a pesar del contundente informe del Síndic de Greuges de Catalunya, Rafael Ribó, que considera que en la consulta popular realizada a finales del año pasado para elegir al Síndic local "no se siguieron los requerimientos fijados por el ordenamiento jurídico para este tipo de procesos".

El teniente de alcalde Alfredo Vega recoge el guante lanzado por el Síndic de Catalunya de colaborar en una "nueva sistemática para avanzar en el proceso de elección y nombramiento" del Síndic local. Espera que Ribó se reúna con los aspirantes y los portavoces de todos los grupos para que "sugiera" una solución a esta delicada situación en la que ha quedado la Sindicatura Municipal. "Queremos que la decisión que tomemos esté avalada por el Síndic de Catalunya para intentar que la figura del defensor del pueblo local quede lo menos dañada posible", resume.

El edil socialista considera que, de acuerdo a la falta de garantías que ofrece el sistema de voto telemático detectadas por Ribó en su informe, los futuros procesos de participación "tendrán que limitarse al voto en urna" porque "las actuales plataformas digitales no garantizan la identificación de la persona que emite el voto".

Los partidos de la oposición, en cambio, tienen claro qué habría que hacer. TeC, ERC y CUP consideran que el informe del Síndic de Catalunya no hace más que ratificar la postura que ya defendieron cuando el Observatori Ciutadà Municipal denunció públicamente en diciembre las irregularidades del proceso: hay que repetir la consulta con unas normas claras de funcionamiento.

Repetir la consulta
Las tres formaciones dejan claro que la "única" salida digna es anular el resultado del proceso participativo. Ahora bien, los matices están en dónde colocan los acentos cada una de ellas. El líder de TeC, Xavier Matilla, carga contra el equipo de gobierno por su tardanza en reaccionar: "Lo más grave de todo es que, cuando todo el mundo veía los errores que se habían cometido, el equipo de gobierno, especialmente el concejal Alfredo Vega, nunca ha querido reconocer las irregularidades. ¿Por qué no ha querido proponer una solución antes?", se pregunta.

Matilla critica que el alcalde, Jordi Ballart, haya intentado "trasladar su responsabilidad de tomar una decisión reuniendo a los portavoces, primero, y después consultando al Síndic de Catalunya". A la luz del informe de Ribó, Matilla cree que el bipartito "no tiene más remedio que reconocer de una vez las irregularidades, rectificar y diseñar un nuevo proceso".

Así lo piensa también Isaac Albert, de ERC, aunque en su caso, de manera más firme que el resto, reconoce las "responsabilidades" de todos los partidos en el diseño de un proceso con claras carencias. "No se trata de culpar a nadie, es evidente que algunos tienen más culpa que otros, pero también lo es que este proceso nace de la junta de portavoces y todos somos corresponsables", admite Albert. El republicano insiste en su propuesta: "Firmar entre todos los grupos un comunicado pidiendo disculpas a la ciudadanía y a los candidatos, pero no podemos homologar un proceso donde está claro que ha habido irregularidades", afirma.

El sistema de voto
Para evitar los problemas que ha ocasionado el voto digital, ante la falta de una plataforma con garantías, ERC cree que debería suprimirse esa opción y que la única manera de votar debe ser de forma presencial. TeC, en cambio, no está de acuerdo. "Es irrenunciable avanzar hacia un espacio digital en los procesos participativos", comenta Matilla.

La CUP también reclama que se solventen las "carencias" e "irregularidades" de la pasada consulta. Maria Sirvent considera que el nuevo proceso debe garantizar la "descentralización de las urnas" y disponer de una "mayor difusión" y espacios de debate. En definitiva, "una nueva consulta basada en un reglamento donde se especifiquen claramente las reglas del juego".

C’s, en cambio, no cree que deba repetirse el proceso. Javier González, de entrada, quiere esperar a conocer la propuesta que realice el Síndic, pero es partidario de "seguir adelante porque, aunque el proceso ha tenido carencias, hay un resultado y los candidatos merecen un respeto". En paralelo, de cara al futuro, propone introducir mejoras en el reglamento actual, del que critica que "está sobreponderado el peso del proceso consultivo a la hora de nombrar al Síndic".

Álex Rodríguez denuncia el "inmovilismo" del bipartito, que "no reacciona ni con un informe que señala claramente las irregularidades". Su solución es la de volver al método utilizado estos años atrás: que el Síndic local se designe mediante el consenso de todos los grupos políticos y que no sea un cargo remunerado.

Desde el Observatori Ciutadà Municipal (OCM), Prou Barreres, el Observatori de Drets Socials y la Federació d’Associacions de Veïns celebran la resolución de Rafael Ribó. Óscar Villa, del OCM, espera que el equipo de gobierno "reconozca que no lo ha hecho bien, se toma en serio el procedimiento y ponga en marcha un nuevo proceso participativo con garantías".

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