El pleno debe votar el nuevo modelo de gestión del agua que se aplicará en la ciudad cuando concluya la última prórroga de Mina. En este momento continúa sin haber fecha para la toma de la decisión, que ya es una realidad en el ámbito estrictamente político ya que una mayoría amplia del pleno apoya la gestión pública y directa.
Fuentes municipales apuntan a que el informe sobre el modelo de gestión estará listo en pocos meses, casi seguro en verano. El documento analiza los costes reales del servicio -inversiones necesarias, modelo de gestión, mejoras, número de trabajadores, evolución de la demanda, etc.- y planteará distintos modelos económicos. La opción escogida debe ser sostenible técnica y económicamente, es decir, el equilibrio económico debe estar garantizado y la elección debe ser la más ventajosa.
El equipo que trabaja los modelos de gestión toma como referencia puntual el caso de Valladolid, ciudad que ha llevado a cabo un estudio económico similar al que afronta Terrassa. El proceso egarense, sin embargo, tiene particularidades que requerirán planteamientos propios y originales.
Un equipo multidisciplinar
En este momento trabaja en la elaboración del informe de gestión y de los distintos modelos un equipo multicisciplinar integrado por el comisionado Joan Gaya, dos personas liberadas del área de Medio Ambiente, el director del servicio, y en breve una administrativa. Intervienen también en el proceso 7 técnicos más de las áreas Económica y de Recursos Humanos, Tributaria, Jurídica y Contratación. El bloque municipal cuenta con permanente asesoramiento externo tanto técnico como jurídico.
La unidad técnica sobre la que se apoya el proceso del agua deberá trabajar también en la preparación, si así se decide, de la futura sociedad pública del agua. La entidad requerirá la redacción de estatutos, un reglamento del servicio, una ordenanza fiscal propia y un expediente de tarifas, entre otros aspectos.
"En los próximos meses toca pasar de los informes a la realidad". La frase la pronunciaba estos días un técnico municipal, convencido de que el proceso afronta la fase más crucial y definitiva.
El Ayuntamiento de Terrassa deberá aprobar el modelo de gestión y poner en marcha el nuevo servicio, para lo cual necesitará, pleitos judiciales al margen, pactar con Mina el traspaso. Todo apunta a que, superada la aprobación inicial del nuevo modelo de gestión en sesión plenaria, la administración dará los primeros pasos para la constitución de la nueva empresa gestora.