Terrassa

Miles de manifestantes piden la gestión pública del agua

El proceso es imparable, y hoy tenemos el ejemplo en esta alianza entre la ciudadanía y la política democrática. Porque no olvidemos que detrás de esta gestión pública del agua también está en juego la propia democracia, su fortalecimiento y el de las instituciones democráticas; porque no se vale que unos pocos, que pretenden hacer negocio con un bien público como es el agua, pretendan estar por encima de las instituciones democráticas”, afirmó a los medios informativos el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, junto a la estación del Nord, pocos minutos antes de qur comenzara la gran manifestación reivindicativa de la recuperación de la gestión municipal del agua. El pasado diciembre finalizó la concesión por 75 años del servicio a la empresa Mina Aigües de Terrassa, que sigue gestionándolo en prórroga forzosa. En breve, el Ayuntamiento debe votar el nuevo modelo de gestión. Veinte de los veintisiete concejales se han manifestado a favor de que vuelva a ser municipal. Si así fuera, Terrassa sería la primera gran ciudad catalana en asumir la gestión directa.

Camisetas azules
Es en este contexto que las entidades Taula de l’Aigua de Terrassa y Aigua es Vida organizaron el domingo, bajo el lema “Por una gestión del agua pública y democrática”, una manifestación que fue tan multitudinaria como se esperaba. Cuatro mil asistentes, según los organizadores, cerca de tres mil, según nuestra apreciación, de todas las edades, muchos ataviados con la camiseta azul reivindicativa, se pusieron en marcha a las doce y veinte minutos bajando la calle del Nord. Tras la primera pancarta, representantes del centenar de entidades que daban apoyo a la movilización. Tras la segunda, venían el alcalde Jordi Ballart y varios concejales del PSC; Xavi Matilla y los de Terrassa en Comú, Pep Forn y los de ERC, Maria Sirvent de CUP, y también políticos foráneos: Joan Tardà, portavoz de ERC en el Congreso, y los diputados del Parlament de Catalunya, Xavier Domènech (En Comú Podem) y Anna Gabriel (CUP), entre otros.

La marcha se detuvo ante la sede de Mina, en el cruce entre las calles del Nord y de la Societat. En su fachada y cristales fueron colocados globos y carteles, mientras se coraban eslóganes como “Aigua neta, pública i a l’aixeta!” o “Aigua sí, Mina no!”.Desde una tarima, una representante de la organización leyó un manifiesto. “Ante las amenazas a la población, y a nuestros representantes políticos en el Ayuntamiento, la ciudadanía hemos de responder, a estas coacciones, con la firme voluntad de que nada nos detendrá en nuestra intención de gestionar el agua como un bien común, y nunca más como un negocio privado”, dijo.

“Sin interferencias ni amenazas”
La manifestación siguió por las calles del Camí Fondo y Sant Pere, para finalizar en el Raval de Montserrat. Allí, Dolors Frigola, de la entidad Dones d’Aigua, afirmó entre grandes aplausos que “en Terrassa queremos la gestión pública y democrática del agua”, y que “se haga sin interferencias ni amenazas de ningún tipo. Hoy, Terrassa es la avanzadilla en la recuperación de un servicio público tan vital”.

Expresó asimismo su agradecimiento “a las autoridades locales y nacionales aquí presentes, porque han sabido escoger el lugar donde los corresponde estar: al lado del pueblo terrassense”. Y concluyó que “lo que ha estallado hoy en Terrassa mañana puede suceder en cualquier lugar, de Catalunya y del Estado. Muchas poblaciones nos miran. No les defraudemos”.

Los mensajes de apoyo a los políticos que abogan por la gestión pública fueron constantes en la marcha y en todas las intervenciones. “Estamos hartos de que las multinacionales hagan negocio con un derecho humano como es el agua. Mina-Acbar está judicializando el proceso de remunicipalización, y aquí estamos para dar coraje a las fuerzas políticas que plantan cara”, afirmó Quim Pérez, de Aigua es Vida. “Necesitamos una política que devuelva a la sociedad la propiedad de los recursos naturales”, señaló Manolo Tomàs, portavoz de la Plataforma en Defensa de l’Ebre. “En ningún caso el Ayuntamiento ha de dar un paso atrás por las presiones que está recibiendo”, subrayó Frigola en una segunda intervención, en la que también críticó el apoyo a Mina de Cecot y la Cambra de Comerç. “La defensa de los intereses propios tiene un límite: el bien común”, dijo Cesar Guia, de la Taula de l’Aigua.

Los parlamentos, en el Raval, se alternaron con las batucadas de los Diables de Sant Pere Nord y Diables de Terrassa, breves actuaciones de cantautores, y la del grupo Sa Parrand. Su versión de la habenra “El meu avi”, en la que consiguieron que una parte de los asistentes bailaran enlazados, puso punto final, a las dos y veinte de la tarde, a una convocatoria cuyos participantes vivieron realmente como “un acontecimiento que marcará un hito histórico”, en palabras de Frigola.

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