La ciudad modernizará por completo el alumbrado público sustituyendo las antiguas bombillas de vapor de sodio de alta presión por tecnología led. El proyecto, en el marco del programa Terrassa Energia Intel.ligent (TEI), supondrá un ahorro económico sin precedentes y un recorte en emisiones de más de 5 mil toneladas anuales de CO2.
La iniciativa supone un avance energético sin precedentes. Además de renovar las bombillas, permitirá monitorizar los cuadros del alumbrado, actualizar la iluminación interior de varios edificios municipales e instalar energía fotovoltaica en doce escuelas y equipamientos públicos. El programa incluye también la renovación de parte de la flota de autobuses prevista este año.
Se trata de una iniciativa avalado por el Fondo Europeo de Eficiencia Energètica, un paso decisivo hacia el modelo de ciudad inteligente y el mayor avance de la historia en el recorte de emisiones de CO2. El Pacte d’Alcaldes compromete a una rebaja del 20% de las emisiones en 2020, lo que supondría para la ciudad 3.605 toneladas menos de CO2 cada año. Con la aplicación del TEI se alcanzará una disminución de 5.161,68 toneladas anuales.
Además, la iniciativa supone un histórico recorte en la factura. Después de auditar todas y cada una de las calles de la ciudad y evaluar al detalle la relación coste-beneficio, el proyecto arroja un ahorro energètico del 80 por ciento.
Precisamente esa rebaja en los consumos permitirá acometer la renovación completa del alumbrado y la incorporación de sistemas de telegestión a coste prácticamente cero para la administración local.
Más iluminada, más segura
El pleno de febrero aprobó la adjudicación del proyecto energético a la Sociedad Española de Construcciones Eléctricas (SECE). Antes otra empresa, Soningeo, ha llevado a cabo un pormenorizado estudio lumínico de la ciudad mediante un sensor adosado al techo de un vehículo que ha recorrido todas las calles de la ciudad, incluidos los polígonos industriales.
La auditoría ha permitido identificar tramos de escasa luminosidad y poco uso, otros espacios habitados con alumbrado escaso, así como zonas de viviendas o comerciales con exceso de iluminación.
El proyecto convertirá Terrassa en una ciudad totalmente iluminada, donde las grandes vías contarán con una mayor intensidad de luz, seguidas de los ejes comerciales y la ciudad residencial, que se iluminarán de forma mucho más uniforme. Uno de los objetivos del proyecto es precisamente poner fin a los tramos oscuros e inseguros de la trama urbana, aseguran fuentes municipales. Los polígonos serán las zonas que contarán con menor intensidad de luz.
El cambio será evidente en toda la ciudad, explican los técnicos. La tecnología led proyecta una luz más blanca, potente y homogenea que las bombillas de vapor se sodio, que iluminan un tramo concreto y en tono amarillento. “Hoy es imposible distinguir de noche a cierta distancia un coche azul de uno verde a cierta distancia. Con las led la iluminación será total y mucho más intensa”.
Gestión inteligente
El proyecto TEI prevé renovar 40 de los 412 cuadros de alumbrado y fusionar varios equipos. La intervención permitirá monitorizar todos esos cuadros e implantar un sistema de telegestión centralizada e inteligente.
La mejora posibilitará programar apagadas parciales o totales y mantener un tramo iluminado parte de la noche, por ejemplo, con motivo de una celebración popular. Además, el proyecto prevé implantar iluminación al paso del peatón en el entorno de las estaciones, reforzando así la seguridad de los viajeros.
La telegestión supone un paso adelante en materia de eficiencia. Permitirá detectar las averías y actuar de manera más inmediata. Los cuadros eléctricos, además, se sumarán a la red de fibra óptica municipal que conecta los edificios y equipamientos públicos, en un paso decisivo hacia la ciudad inteligente. La implantación del sistema de monitorización inteligente se llevará a cabo durante el primer año de la concesión, si no surgen inconvenientes entre 2017 y 2018.
El pliego incluye la incorporación de tecnología led en escuelas, centros cívicos, empresas municipales y otras dependencias públicas, así como la instalación de baterías de condensadores para reducir el consumo de energía reactiva.
Otro de los puntales del proyecto es la instalación de energía fotovoltáica para el autoconsumo en doce edificios: cinco escuelas (Ponent, Isaac Peral, Ramon y Cajal, Sant Llorenç y El Valles), en la BCT, en la sede central del Ayuntamiento, el Teatre Principal, el Teatre Alegría, el edificio de Funeraria y el Edifici Glòries, sede de la Policía Municipal y la concejalía de Servicios Sociales.
Este nuevo paquete de edificios se suman a la lista de equipamientos municipales que ya se alimentan con energía renovables, entre ellos la deixalleria de Can Casanovas.
La renovación del alumbrado, la sustitución de bombillas en edificios públicos y la instalación de fotovoltáica supone una inversión global de 14,5 millones de euros y comportará un ahorro energético de 14.411,4 megavatios/hora cada año.