La CUP quiso demostrar ayer que está comprometida con la remunicipalización del agua en Terrassa. Pero no sólo aquí, sino en el resto de Catalunya, donde espera que otras muchos municipios sigan el ejemplo de la ciudad e inicien procesos de gestión directa del agua y de otros tantos servicios públicos ahora externalizados.
Numerosos dirigentes de la CUP desembarcaron ayer en Terrassa para apoyar y llamar a la participación en la manifestación convocada para el domingo, 19 de marzo, por la Taula de l’Aigua y Aigua és Vida a favor de la gestión directa del agua. La formación anticapitalista entiende que ésta debe ser una marcha en clave nacional para reivindicar la “desmercantilización” en la gestión de los servicios públicos. “No podemos permitir que las empresas, la mayoría multinacionales, se enriquezcan con la gestión interesada de un bien esencial como el agua”, criticó la diputada Mireia Boya. La soberanía del pueblo de Catalunya, reivindicó Boya, “no sólo tiene que ver con cuestiones nacionales”, sino que pasa también por “recuperar el control de los recursos públicos y participar en el gobierno de los servicios”
La realidad de Terrassa, donde Mina Pública d’Aigües de Terrassa lleva gestionando el agua desde 1941, “no es una situación aislada, sino que forma parte de la dinámica del sistema capitalista, que convierte bienes esenciales en un negocio por el que empresas privadas se enriquecen a costa de los derechos de todos”, afirmó la concejal egarense Maria Sirvent.
Ediles de la formación anticapitalista en Sabadell y Barcelona explicaron que la decidida apuesta política mayoritaria a favor de la gestión directa del agua en Terrassa es también el proceso que quieren seguir en esas localidades. Albert Boada, de Sabadell, criticó que “los procesos generalizados de externalización de los servicios públicos iniciados en el franquismo” y perpetuados durante la etapa democrática han supuesto el “traspaso de recursos públicos a manos privadas” y han sido “la puerta de entrada a casos de corrupción y financiación irregular de partidos políticos”. Detrás de Terrassa, aventuró “vendrán otros muchos municipios porque esto ya no puede pararlo nadie”.
María José Lecha, líder de la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona, explicó que la formación ha entrado una propuesta en dicho consistorio para remunicipalizar el agua, ahora gestionada por la empresa mixta Aigües de Barcelona, que también es la concesionaria del servicio en otros 22 municipios del área metropolitana.
Calidad y precio de recibo
Esta sociedad está en entredicho ya que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya cuestiona que haya sido creada sin que medie un proceso de licitación. Lecha instó a Barcelona en Comú y al PSC a “seguir el ejemplo de Terrassa y trabajar de manera clara por la gestión pública del agua”.
Eduardo Cáliz, coordinador de la CUP en el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), afirmó que los procesos de municipalización “deben garantizar un agua de mejor calidad a precios más bajos” o que no haya cortes de suministro por no poder pagar el recibo. Después de tildar de “vergonzoso” que Aigües de Barcelona, “una empresa creada a dedo”, tenga ganancias netas de 29 millones, reclamó la gestión pública para que “ni un céntimo más de beneficios vaya a manos privadas”.
El próximo domingo, “no sólo sale Terrassa a manifestarse, sino todo el municipalismo”, reivindicó Quim Arrufat, exdiputado y miembro del Secretariat Nacional. “Desde Terrassa, el conjunto del país saldrá a la calle para decir que se ha acabado privatizar servicios públicos y que somos capaces de gobernarnos nosotras mismas”, afirmó.
La CUP aprovechó la rueda de prensa para presentar el anuncio, rodado en Terrassa, que anima a la participación en la manifestación del 19 de marzo.