Discutieron los dos, con los dos niños delante, y ella le arrebató el teléfono móvil y él, enfurecido por ello, la cogió del brazo, la tiró sobre la cama y le retorció la cabeza, hasta que ella le mordió y le tiró el móvil. Esta secuencia de agresiones se ha saldado con una condena para el hombre, que es reincidente: un tribunal le ha impuesto una pena de nueve meses y un día de prisión y una orden de alejamiento.
El episodio de violencia doméstica ocurrió en una vivienda de Terrassa el 22 de julio del 2015. A eso de las once de la noche, la pareja se enzarzó en una tremenda discusión en presencia de dos menores, uno hijo de ella y el otro hijo de él.
En el cenit de la disputa verbal, la mujer quitó al hombre el móvil y él reaccionó con enojo, agarrando a ella del brazo. La mujer se dirigió al dormitorio y él la siguió.
En el cuarto la tiró sobre la cama. "Le colocó las rodillas sobre su espalda y la agarró fuertemente por el cuello con un brazo, mientras con el otro le retorcía la cabeza". La víctima soltó un mordisco y lanzó el móvil. Sufrió hematomas en el pecho y en el brazo izquierdo, y dolor en las cervicales.
Maltrato
Él fue considerado autor de un delito de maltrato en el ámbito familiar, con la circunstancia agravante de reincidencia, y el juzgado de lo penal número 3 de Terrassa le impuso una pena de nueve meses y un día de prisión y una orden de alejamiento: no podía aproximarse a menos de mil metros de la mujer durante un año. Y debía pagarle 240 euros de indemnización por las lesiones causadas.
El acusado admitió la discusión, pero alegó que salió detrás de su pareja para retenerla y conseguir que le devolviese el aparato, mas, según aseguró, no tuvo ánimo de lesionarla. Reconoció haber cogido del brazo a la víctima y pasar la mano por debajo del cuerpo de la mujer para recuperar el móvil, sobre el que ella se había colocado. Y adujo que el informe médico de las lesiones corroboraba su versión y que la denunciante actuó por motivos espurios, que fingió, que fue ella la que inició el conflicto y quien atentó contra la paz familiar y que tardó en presentar la denuncia y acudir a un centro sanitario. Para la Audiencia Provincial de Barcelona, que habla de "exceso de violencia", la versión del procesado no es creíble y las lesiones eran más compatibles con la agresión.
"De la prueba practicada queda acreditado que el acusado se excedió en mucho en su acción de recuperar el móvil", señalan los magistrados. Y añaden que el hombre no sólo actuó como lo hizo para obtener el teléfono, "sino también para menoscabar la integridad física de la denunciante, enfadado por la conducta de ésta".
Riesgo evidente
Él tuvo que saber, "por pura lógica y experiencia", que su comportamiento acarreaba un peligro para su pareja "y un riesgo evidente de que resultara lesionada". Respecto del tiempo transcurrido entre los hechos y la asistencia médica, un periodo de doce horas, la sentencia recuerda que no es infrecuente que en este tipo de delitos la denuncia se presente días después.
La sola declaración de la perjudicada reúne en este caso los requisitos para desvirtuar la presunción de inocencia, subraya el tribunal antes de confirmar la resolución que condena al reo.