La remodelación del Ejecutivo local, para Xavier Matilla, portavoz de TeC, no es más que la constatación del "fracaso del proyecto de falsa renovación que Jordi Ballart presentó en 2015". En la campaña electoral, prosigue, elaboró una "lista encabezada por independientes para intentar vestir un supuesto proyecto de cambio que no ha funcionado", lo que ha llevado al alcalde a "volver a la vieja guardia del PSC".
La candidatura de entonces, denuncia Matilla, estaba confeccionada bajo una "lógica electoral", pero "no era un equipo para gobernar". Ahora, "se ha retrocedido al mismo equipo de gobierno de hace dos años".
Además, para Matilla las decisiones que están en la raíz de los "simples movimientos de cartera" entre concejales socialistas "no se toman en beneficio de la eficiencia o la mejora en la gestión de los servicios, sino que responden a cuestiones personales, ya sea para premiar o para castigar a determinados ediles". En este marco entiende el líder de los comunes el relevo de Rosa Maria Ribera, hasta el lunes, primera teniente de alcalde.
El castigo
"Ballart la quita de la coordinación del área de Servicios a las Personas y se inventa una concejalía de Presidencia para disimular que lo que está haciendo es un castigo", insiste. "No tiene sentido que mantenga a Ribera en Educación, que no funciona, y que traslade la concejalía al servicio de Innovación y Proyección de la Ciudad".
Para los comunes, se trata de cambios "obligados a la desesperada para intentar que el Ayuntamiento funcione y salvar lo que queda de mandato".
