Alfredo Vega salió fortalecido ayer tras los cambios en el gobierno municipal. Si ya era uno de los hombres de confianza del alcalde, Jordi Ballart, y pieza clave del Ayuntamiento, ahora gana poder tras asumir la primera tenencia de alcaldía y pasar a dirigir, también, la recién creada concejalía del Agua, para liderar el polémico y complejo proceso de municipalización del servicio. En esta reorganización del cartapacio, el alcalde aparta a Rosa Maria Ribera de la primera línea de la dirección política. Abandona la primera tenencia de alcaldía de Derechos Sociales y Servicios a las Personas y se queda con Educación y la nueva regiduría de Presidencia. La veterana edil Lluïsa Melgares asumirá la dirección del área que hasta ahora conducía Ribera.
En una rueda de prensa exprés, el alcalde, Jordi Ballart, acompañado de los portavoces de los dos grupos que forman el bipartito, Alfredo Vega (PSC) y Miquel Sàmper (PDeCAT), puntualizó que la remodelación del cartapacio "no tiene que ver con la gestión" realizada por cada concejal, sino que obedece a la intención de "impulsar un nuevo ciclo político, potenciar la acción de gobierno en ámbitos estratégicos y encarar con más energía la segunda etapa del mandato".
No hay ninguna baja, sino cambios en las competencias de algunos ediles. Se mantienen las cinco áreas de gestión en las que se divide el Consistorio y se crean dos nuevas concejalías. Se trata de una "reestructuración puntual, no traumática, con apuestas concretas". En palabras de Ballart, es "un gobierno que cambia de piel, pero no de alma".
El impacto más notorio es el que recae sobre Alfredo Vega, que se convierte en el número dos del equipo de gobierno. El edil seguirá al frente de Servicios Generales y Gobierno Abierto, pero pasa a la primera tenencia de alcaldía, cargo que ocupaba Rosa Maria Ribera desde junio de 2015. Su departamento mantiene las mismas competencias, pero ya no se tendrá que encargar directamente de Estructura Territorial y Distritos ya que esta concejalía se queda en manos de Amadeu Aguado. Tampoco dirigirá Transparencia, que pasa a Meritxell Lluís, del PDeCAT. Este es, de hecho, el único cambio que afecta al socio minoritario del Ejecutivo local.
Vega, que el pasado viernes se alzó por unanimidad con la primera secretaría del PSC, también será el hombre que lidere la nueva concejalía del Agua, que "requiere de una dirección política fuerte" en una situación y proceso "excepcionales", insistió el alcalde, como la es controvertida municipalización del servicio. Las cuestiones técnicas seguirán dependiendo de la concejalía de Medio Ambiente.
Melgares por Ribera
Los cambios planificados por Ballart desplazan a Rosa Maria Ribera. Ya no será teniente de alcalde de Derechos Sociales y Servicios a las Personas, sino que se ocupará de una concejalía recién creada: la de Presidencia, Relaciones Institucionales y Relaciones Europeas e Internacionales, que dependerá de alcaldía. La edil seguirá dirigiendo Educación y Normalización Lingüística y ahora también Turismo. Gente Mayor pasa a Maruja Rambla. El alcalde defendió que Ribera ha hecho "un papel destacado" en sus anteriores responsabilidades y que es "la persona más preparada" para fortalecer el liderazgo territorial de Terrassa.
Lluïsa Melgares es, junto a Vega, otra de las figuras reforzadas en el remodelado gobierno local. Será tercera teniente de alcalde de Servicios a las Personas y seguirá con las mismas atribuciones directas que tenía hasta ahora. De ella, el alcalde dijo que "es la persona adecuada" para darle "un nuevo impulso" al área, destacando que lleva diez años como concejal y nunca ha sido teniente de alcalde. Bajo su coordinación, Melgares tendrá a los mismos ediles con, prácticamente, las mismas atribuciones.
Otro de los relevos importantes afecta a Jordi Flores. Pierde la concejalía de Comunicación y Prensa, que estará bajo el control de Noel Duque, que, en paralelo, seguirá encargándose de Servicios Sociales y Juventud. Dado que Cultura "requiere mucho tiempo", subrayó el alcalde, Flores se queda sólo con esta responsabilidad, que, paradójicamente, ejercerá a media jornada, siendo el único edil del gobierno que no tiene dedicación exclusiva al cargo.
El cambio más significativo en el departamento de Territorio y Sostenibilidad es la sustitución de Maruja Rambla al frente de Seguridad. Ahora, el responsable político de la Policía Municipal será el propio teniente de alcalde del área, Marc Armengol. El edil suma esta nueva competencia, pero pierde atribuciones en ámbitos claves y sensibles de la gestión municipal. Además del proceso para la asunción directa del agua, del que se encargará Vega, Armengol tampoco llevará las riendas de Limpieza y Recogida de Residuos, concejalía que asumirá Amadeu Aguado. Ballart explicó que con estos cambios pretende "descargar" el área de Territorio, que tiene bajo su tutela asuntos "muy importantes y prioritarios", como son Movilidad, Urbanismo o Medio Ambiente.
Aguado seguirá como teniente de alcalde de Cultura, Innovación y Proyección de la Ciudad. Su área apenas sufre cambios, aunque debido a sus nuevas competencias en otros departamentos delegará en Ribera asuntos como Turismo y Relaciones Internacionales. El área que dirige Miquel Sàmper, Desarrollo Económico, Industria y Empleo, sale completamente indemne de esta remodelación.
